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La naturaleza presente en la obra de Tania Agüero Dejo

Exposición-venta puede ser visitada en la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de San Marcos, hasta el 27 de octubre.

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La naturaleza presente en la obra de Tania Agüero Dejo.
Fecha Publicación: 16/10/2023 - 06:31
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Como muestra de una permanente actividad cultural en la ciudad universitaria de la Decana de América, desde hace unas semanas se viene presentando el ‘Festival del Grabado, la Imprenta y el Libro’, en el hall principal de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas, en el que se ha reunido la obra de destacados artistas nacionales, en su mayoría representantes del interior del país.

Si bien la temática expuesta por este grupo de artistas del grabado es libre, todas guardan relación con la realidad peruana, rescatando sus numerosas culturas, pero principalmente en las que predominan rasgos afroperuanos, andinos y amazónicos. “Cada artista ha hecho su interpretación, algunos rescatan a José María Arguedas, otros a los personajes del ande peruano, el folclore o incluso grabados que expresan reclamos de corte social a través de protestas, etc.”, refiere la doctora María Carazas, docente de la Escuela de Literatura de esta casa de estudios.

Se trata de doce grabadores, vigentes y muy activos en el mercado artístico, quienes vienen siendo reconocidos por las particularidades de sus obras, destacan entre ellos Enrique Arce, Julio Garay que llega desde la PUCP, Tania Agüero de Bellas Artes, y otras figuras más jóvenes como Cristina Benito.

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Cabe señalar que esta interesante muestra no solo está disponible para los estudiantes de San Marcos, sino también para el público en general que desee visitar esta exposición – venta de grabados. Se puede visitar el lugar de lunes de a viernes, a partir de las 8:00 a.m. Y si desean comprar algunos de estos grabados, puede contactar directamente con cada artista.

La niña que le rompían los dibujos

A pesar de que cuando era niña su madre acostumbraba a romper sus dibujos, para evitar que haya una artista en casa, su amor por lo estético la hizo vencer cualquier barrera para lograr consagrar su obra con un estilo propio.

Recuerda que ella heredó su pasión por el dibujo gracias a su padre, quien tuvo que ser ingeniero para mantener a la familia, pero nunca dejó de dibujar todo lo que veía a lo largo de toda su vida. Cuando él muere, ella tenía 22 años de edad, y las circunstancias de la vida la llevaron al extranjero a trabajar por un tiempo, sin embargo, recién a los 25 años logra ingresar a Bellas Artes para cumplir el sueño de toda su vida.

Tania recuerda que también dibujaba todo lo que se le ocurría, igual que su progenitor, pero miraba con atención las láminas coleccionables que se publicaban en los periódicos, acerca de la obra de José Sabogal y otros reconocidos pintores indigenistas. “Mi papá tuvo a bien comprar una enciclopedia, que la iba pagando en partes. Ahí estaban todas las pinturas de Boticcelli, Caravaggio Riveros, Miguel Ángel, entre muchos otros”.

Cosmogonía de pájaros

Actualmente, Tania Agüero viene creando una cosmogonía de pájaros, cuenta: “mi familia me ha criado con muchos pájaros. Los tusán tienden a estar rodeados de muchas aves, siempre por todos lados, además me interesa el tema de los apus, así como del taita Arguedas”, nos cuenta la artista y agrega. “En la muestra hay un grabado grandote en la entrada, que es como un multidíptico, que es una manera sencilla de contar una historia, también es versátil porque si yo quiero saco y reemplazo un grabado por otro. Tampoco puedo hacer todos estos grabados juntos, necesitaría una plancha muy grande (además el tórculo es muy caro)”, señala.

El zorro, el puma y el cóndor

La artista cuenta que además de los pájaros, los temas de su preferencia también son el zorro, el puma, el cóndor. “Yo me he criado al lado del puma, desde los 2 años hasta los 10, aproximadamente, en la fauna andina. Era normal que donde yo jugaba llegaba el zorro, se posaba sobre el techo de la casa donde vivía, yo subía a verlo, no tenía miedo, también pasaba el puma y no me hacían nada, no me atacaban”, refiere, “quizás porque era una niña y dirían, bueno está muy flaca para comerla” (sonríe). “Pasaba por el lado del puma, me miraba fijamente a los ojos y yo también lo retaba, entonces nos mirábamos nomás, y el puma seguía. El cóndor también pasaba sobre nosotros”; recuerda su niñez en la mina Atalaya, en Cusco, donde su papá trabajaba y como no quería estar separado de su familia, los llevaba con él.

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Sobre el cóndor, dice que se subía a unos riscos de cobre, al lado de un socavón muy profundo y el cóndor (hembra) pasaba volando con su crío al lado. “El cóndor pasaba muy cerca de mí, seguramente observando a una vizcacha que estaría por ahí, ni caso me hacía. Bajaban a unas piedras y yo los seguía y ella me dejaba acercarme hasta cierto punto a su crío, yo lo observaba, sentía que bailaba con él, porque volaba en círculos sobre mí. Todo esto yo lo relaciono con el taita Arguedas por eso ahora yo los dibujo, no los copio de ningún lado, los hago de mis recuerdos”, dice.

Rostros

Agüero también dibuja rostros, principalmente de la gente de la calle, quienes más sufren. Acostumbra a andar por la cachina, y es en esas calles donde a veces encuentra rostros que le llaman la atención, generalmente indigentes, personas que lo han perdido todo, que expresan sufrimiento, dolor, desasosiego, gente anónima.

Identidad de su obra

"Mi obra siempre está relacionada con la naturaleza, todo se mueve alrededor de ello. Nada sobre el hombre, porque somos nosotros los que hemos malogrado sus ecosistemas, sus espacios naturales, porque ellos siempre merecen más. Imagínese qué pasaría si se extingue el cóndor, sería lamentable". Quienes están interesados en su obra, en Instagram la pueden ubicar como @aguerodejo y en Facebook como Tania Agüero Dejo.

Por Juan Pablo Chirito S.

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