Ismael Pinto Vargas, a cinco años de su partida
Su obra requiere que las autoridades la vean con mayor atención y sea difundida entre escolares y universitarios.
Parece increíble que hoy se cumpla el primer lustro de la partida de Ismael Pinto Vargas, reconocido escritor, historiador y periodista que dirigiera esta sección durante varias décadas. Se fue un sábado de abril y quizás nunca imaginó que se iría de este mundo en el mismo mes que otros grandes de las letras.
En abril también partió Miguel de Cervantes Saavedra, William Shakespeare; también el Inca Garcilaso, así como nuestro poeta universal César Vallejo, además José Carlos Mariátegui, José María Eguren, Juan Gonzalo Rose y hasta Gabriel García Márquez, entre muchos otros.
Gracias a esas casualidades de la vida, hace unos días en la Facultad de Letras de San Marcos, en medio de una conversación con la doctora Jaqueline Oyarce, directora de la Escuela Académica de Comunicación Social, surgió como un “rayo de luz” la trascendencia de la obra de Ismael Pinto, ‘Lito’ para sus amigos, personaje de entrañable recordación cuya calidad académica y personal siempre brillaba como una luz fulgurante; sin embargo, es necesario que sus vastas investigaciones se difundan entre los estudiantes en etapa escolar y universitaria, sobre todo en su natal Moquegua.
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En el periodismo, el aporte de Ismael fue muy valioso, siempre supo darle oportunidad a los nuevos valores y cosechó muchos amigos, por supuesto que gozó de la confianza y el respeto por su trabajo de todos los directores de EXPRESO, desde Mario Miglio, Manuel D’ornellas, con quien trabajó de manera cercana, así como de Manuel Ulloa Elías (entonces propietario) y, en los últimos años, también tuvo el respeto de Luis García Miró y Antonio Ramírez.
Sin embargo, Pinto también estuvo muy cerca al inolvidable historiador, político y literato Luis Alberto Sánchez, a quien le dedicó los libros: “Examen de conciencia. Antología de Luis Alberto Sánchez” (1988) y “El joven Sánchez. Antología 1909-1920” (1990).
Su amor por Moquegua
Cabe precisar que este entrañable intelectual nunca dejó de lado su Moquegua querida, y sin ninguna duda es el investigador más respetado en todo el mundo de esta tierra del sur del Perú.
Una muestra de ello son los numerosos trabajos dedicados como “Pequeña Antología de Moquegua” (1959); “Valdelomar en Moquegua” (1991); “Moquegua perfil de una ciudad” (2000); “Sin perdón y sin olvido. Mercedes Cabello de Carbonera” (2003) y, últimamente, “Mercedes Cabello de Carbonera, artículos periodísticos y ensayos” (2017), publicado por el Fondo Editorial del Congreso de la República.
(Por Juan Pablo Chirito Susanibar)
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