Chema Franco: “Mi música es lo que llevo en mi mente”
Artista considera la verdad como instrumento hacia una mejor comprensión de sí mismo y como puente hacia los demás. Su propuesta artística apuesta por la consciencia y por la hermandad, en un contexto social y político que requiere, urgentemente, de una visión holística y humana de la existencia.
Chema Franco, en Somos Animales, criticas aspectos del sistema laboral y educativo, ¿qué experiencias personales influyeron en la creación de estas líneas?
Siempre he sentido que, tanto en el colegio como en la universidad, las cosas que me enseñaban nada tenían que ver con mis luchas emocionales diarias. Recuerdo varios días en la universidad atrapado en sentimientos negativos y teniendo que aprenderme la vida de algún guerrero antiguo. Es decir, siento que la educación debería estar principalmente enfocada en ayudar a la gente a sentirse mejor, a crear un mundo mejor. Pero respondiendo a tu pregunta más directamente, creo que el colegio siempre me hizo sentir como si yo no fuera lo suficientemente capaz aún cuando yo sabía en el fondo que sí era capaz, solo que la manera en que enseñaban las cosas era tan sistemática y robótica que no permitían que mi inteligencia vuele.
La canción refleja una lucha contra la desconexión y el individualismo. ¿Cómo esperas que quienes la escuchen interpreten y reaccionen ante este mensaje?
Espero que la interpreten con consciencia, tratando de pensar un poco más. Soy consciente de que la mayoría de gente en su día a día, en sus conversaciones con sus amigos, familiares, conocidos, siempre evitan tocar temas profundos, y mis canciones y mis libros son más bien una invitación a revisar esos temas profundos una y otra vez hasta que sea normal para mis oyentes y lectores hablar de estos asuntos y que se acostumbren a pensar profundamente diariamente.
Hay una fuerte expresión de frustración y vulnerabilidad en las letras. ¿Cómo equilibras estas emociones con tu deseo de transmitir esperanza o reflexión en tus canciones?
Buena y difícil pregunta. Como he tocado fondo muchas veces, mientras escribo me solidarizo naturalmente con la gente que también está mal en el mundo e imagino mientras escribo a personas que tal vez deseen oír palabras de aliento en momentos de desesperanza, por eso ocasionalmente transmito esperanza. Pero también transmito crudeza y hablo abiertamente de mis problemas para que la gente sienta que esos temas oscuros que ellos también tienen pueden ser llevados a la mesa, al escrutinio público, y ser examinados.
Tu música mezcla introspección, crítica social y espiritualidad. ¿Cómo encuentras el equilibrio entre estos elementos en tu proceso creativo?
Simplemente mi música es lo que yo llevo en mi mente diariamente, como llevo esos tres elementos, básicamente los mezclo. No suelo hablar de una sola temática por canción, tengo tantas ideas sobre tantos asuntos distintos que termino mezclando varias ideas de distintos ámbitos en una misma canción. Pero ese equilibrio lo encuentro básicamente hablando de cada uno de esos temas cuando la inspiración de alguno de ellos me toca principalmente la puerta. Atiendo esos temas uno por uno.
Artistas como Mantoi, Retrogott y A Tribe Called Quest han influido en tu estilo. ¿Qué aprendiste de ellos y cómo lo adaptaste a tu identidad como músico peruano?
De Mantoi aprendí a mantenerme auténtico en mi voz, él es un rapero chileno de un sector digamos que acomodado de Santiago y nunca modula su voz para parecer de barrio, aprendí a seguir la misma pauta, ya que yo tampoco vengo de un barrio marginal, digamos que vivo también, como él, en un sector acomodado. De Retrogott aprendí a escupirle al micro, a rapear con todas mis fuerzas y ganas y de A Tribe Called Quest a calzar en el compás con elegancia, como lo hace Q-Tip.
Estás trabajando en un disco de 14 canciones y escribiendo tu cuarto libro. ¿Qué diferencias creativas encuentras entre la escritura musical y literaria, y cómo se complementan?
Creo que tal vez ese disco tendrá más canciones ahora que lo pienso (risas). Cuando escribes una canción de rap siempre estás sujeto a la rima y al ritmo del beat, entonces, no puedes explayarte como quisieras sobre algunos temas, estás más limitado. Cuando escribo un libro puedo explayarme y profundizar si quiero en 5 páginas sobre un mismo asunto y ser un poco más variado y amplio en mi forma de expresión. El complemento entre ambas formas está en que ambas son una forma de expresar lo mismo solo que cada una con sus pros y sus contras.
Lima, con sus contrastes y su caos, parece ser una fuente constante de inspiración para ti. ¿Cómo influye la ciudad en tus composiciones y en tu visión artística en general?
La ciudad comprende para mí no solo el caos y sus contrastes si no también la gente en sí, las actitudes que veo, las conversaciones de las que soy parte, todo eso también me inspira. Pero claro está que ser parte de una ciudad en la que en un momento estás en una cultura y media hora después estás en una zona completamente distinta es inspirador de algún modo porque es raro, extravagante. Esta ciudad es rica para ser estudiada desde un punto de vista sociológico, también me estoy encargando de eso en mi cuarto libro.
Biografía
José María Franco Niezen también conocido como Chema Franco es un músico y escritor oriundo de Lima (1999). Ha publicado los libros Calles interiores (2018), Rastros (2021) y Reflexiones espontáneas (2023). Cuenta con más de 5 discos publicados, entre ellos Mantra, Cielo Eterno, Calor y Frío, Luz, Rap Caletini. Actualmente está preparando un disco de 16 canciones y su cuarta publicación literaria.
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