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Fabiola Morales Castillo

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Catedrática Universitaria, Doctora en Comunicación y Ex-Parlamentaria (2001-2011)

El inicio de la primavera ha supuesto para el país, el calentamiento del clima político de cara a las elecciones generales de abril de 2021. Sin partidos políticos con vida partidaria, los candidatos a la Presidencia de la República y el Congreso, en su mayoría, se encuentran en busca de quien los cobije, así como en plena negociación de alianzas para fortalecer sus propuestas.

La llamada “crisis política” actual que se inició, inmediatamente después de acabadas las reñidas elecciones de 2016, puede llevarnos a concluir erróneamente que el campo de la política es tierra de nadie y que, cuanto más nos desentendamos y más lejos estemos de ella, mucho mejor.

Con 65 votos a favor, 36 en contra y 24 abstenciones, el Congreso de la República admitió la Moción de Vacancia contra el Presidente Martín Vizcarra, aplicando el artículo 113 de la Constitución del Perú –en el punto 2 – donde se hace referencia que “La Presidencia de la República vaca por su incapacidad moral o física declarada por el Congreso de la República”.

El año 2020 está más cerca a su final que a su inicio.

La primera reacción de los medios después de la tragedia de la discoteca de Los Olivos donde murieron 13 personas –12 mujeres y 1 varón– fue echarles la culpa a las víctimas del resultado de una intervención policial fallida, por las razones que sea, y la segunda reacción fue la de sacar de su agenda, velozmente, una desgracia que enluta a tantas familias.

En la última conferencia de prensa que ofreció el gobierno, el tema central fue el de la “vacunación contra el Covid-19”, un modo torpe de comunicar a la ciudadanía que ya no puede más, y por eso desea pasar la página, cambiar la agenda, como un modo poco disimulado de “tirar la toalla”, frente a la gestión y la lucha contra la pandemia.

La pandemia del Covid-19 sigue pendiente arriba y, a diferencia de los datos oficiales, son distintos los especialistas que nos muestran con data dura que la cantidad estimada de personas fallecidas entre abril y julio es de 45,509 personas, como afirman analistas de Efectividat Consultores, basándose en el Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef), en los registros de la Sala Covid y el paráme

Contra todo pronóstico, naufragó el nuevo gabinete. Aun con el apoyo de los fujimoristas en el Congreso (12 a favor y 2 en contra), Pedro Cateriano no pudo obtener la confianza necesaria para convertirse en presidente del Consejo de Ministros (PCM) y formar equipo en el Ejecutivo para acompañar al presidente Martín Vizcarra.

Si bien es el sector salud, el protagonista de la pandemia que nos afecta, hay otros que también han sido golpeados de manera directa e irremediablemente, sin que hayan recibido la debida atención por parte del gobierno, sino simples promesas.

Ha tenido que cambiarse al titular del Ministerio de Salud, para que el Gobierno empiece a reconocer que las cifras de fallecimientos por Covid-19 en el Perú, sobrepasan largamente a las que a diario se difunden oficialmente: No superábamos los 14 mil fallecimientos un día, y al siguiente, nos sorprendieron con que habíamos llegado a los 17 mil cuatrocientos cuarenta.

El presidente Martín Vizcarra, después de convocar a Elecciones Generales el 2021, ha remozado su gabinete colocando como presidente del Consejo de Ministros al conocido Pedro Cateriano, quien ya se ha movido en las arenas políticas de la mano de Mario Vargas Llosa, Alejandro Toledo y Ollanta Humala.

El domingo pasado, primero sin cuarentena, nos sorprendió el mensaje del Presidente de la República, anunciando un nuevo referéndum para preguntar al pueblo si estaba de acuerdo o no con la inmunidad parlamentaria, el mismo que se realizaría conjuntamente con las Elecciones Generales de 2021.

No se puede dejar pasar por alto el ataque cibernético que sufrió el diario EXPRESO el domingo pasado, por lo cual se intentó sacar del espacio digital a un medio de comunicación claramente fiscalizador de las acciones del Estado, en un momento tan crítico para el Perú, cuando quienes ejercen autoridad y gobiernan debían dar ejemplo de probidad, eficiencia y compromiso con la ciudadanía.

Luis Barsallo, es un mediano empresario del Callao que sigue vendiendo el balón de oxígeno a 15 soles, su valor real; mientras en esta época de crisis por la pandemia que ya ha causado más de 5 mil víctimas mortales en nuestro país -según cifras del Ministerio de Salud- la conducta corrupta de miembros del Estado y del sector privado, en la adquisición y venta de productos y servicios de salud

A tres meses de “cuarentena” por el Covid-19 en nuestro país, el gobierno nos ha dicho que hemos llegado a la “meseta”, en referencia a que desde el punto de vista estadístico, la curva de la pandemia estaría estabilizándose para empezar a bajar en cualquier momento.

A las 6 de la tarde, hora de Roma, en la Plaza San Pedro en el Vaticano caía la lluvia y la imagen era recibida, en el mundo entero, a través de la televisión y la Internet. En el Perú eran, las 12 del día del viernes 27, cuando salió el Papa Francisco acompañado de una sola persona.

Dicen que el coronavirus Covid-19 vivió siempre en los murciélagos, pero que por esas cosas que tiene el destino, logró migrar a una especie de culebra y de ahí a las personas, desatando una pandemia global que, de un momento a otro, ha cambiado la vida de la sociedad posmoderna que como un tren bala, corría enloquecida a quién sabe dónde.

El gobierno anunció una serie de medidas, después que se detectaran los primeros casos de las personas en el país infectadas con el coronavirus Covid-19: cierre de los colegios, institutos superiores y las universidades, reuniones menores de 300 personas, ampliación del plazo para el pago de impuestos, cierre de viajes desde Europa y Asia (a partir de este lunes), entre otros.

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