Cabecilla de constructora deja mudos a Rafael Vela y a su equipo de fiscales. Ya no habla de corrupción, sino de “falta de transparencia” y de “pecados”. Es la operación “lava cara”.
Los sobornos de la constructora brasileña a altos funcionarios, encabezados por los presidentes como Toledo, bordean los 180 millones de dólares, y los “aportes a los partidos” políticos apenas llegan a 10 millones de dólares.