Premier Otárola es rechazado por 77% de la población. En tanto, al presidente del Congreso lo respalda solo un 9% y al mismo Parlamento lo aprueba solo un 8%.
Presidente pierde respaldo popular y arrastra con él a sus ministros. Desaprobación crece en regiones consideradas bastión del mandatario. Se evidencia rechazo a diálogos con líderes políticos que lo salvaron de la moción de vacancia.