Como se recuerda, la excanciller Astete asegura que su inoculación, con una de las dosis de Sinopharm, fue con previo consentimiento del mandatario Francisco Sagasti.
“Aunque acudí a vacunarme con el convencimiento de que se trataba de un procedimiento regular, y con la anuencia del presidente Sagasti, soy consciente del error que cometí, expresó la excanciller.
Además, el documento plantea un careo entre Elizabeth Astete y el presidente Francisco Sagasti para corroborar si la excanciller se inoculó tras la aprobación del mandatario.
Otorgan a la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales 15 días para investigar al exjefe de Estado y a sus dos exministras inmiscuidas en el Vacunagate.