Juan José Matarí Sáez, senador del Partido Popular de España, destaca a Europa y América Latina: “Una alianza estratégica para el mundo”
Es presidente de la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado de España, diputado por Almería en el Congreso español y miembro del Partido Popular.
Juan José Matarí Sáez, ¿cómo se perciben desde Europa los cambios que se están produciendo en la política internacional?
Los cambios que estamos viviendo afectan a todos. Se están dando transformaciones en Europa, América Latina, Norteamérica y otras regiones. Ante este escenario, Europa y América Latina debemos reflexionar sobre cómo afianzar una estrategia común de colaboración. Las condiciones están dadas: compartimos lazos históricos, culturales y humanos. Basta recordar los más de siete millones de latinoamericanos viviendo en Europa y los seis millones de europeos en América Latina. Esa base humana y afectiva nos permite plantear una alianza estratégica real, que haga de nuestras dos regiones, unidas, un bloque con influencia global en un mundo cada vez más convulso y competitivo.
¿Qué obstáculos dificultan esa alianza estratégica?
El principal obstáculo es la falta de convicción. Debemos entender –y convencernos– de que la alianza estratégica entre la Unión Europea y América Latina es fundamental si queremos tener voz propia en la nueva geopolítica mundial. Juntos, representamos un tercio de los países de Naciones Unidas, una población inmensa, un PIB significativo, y contamos con recursos naturales, biodiversidad, minerales y conocimientos complementarios. No hay una traba insalvable. Lo esencial es fortalecer la voluntad política y la visión compartida. Por eso son tan importantes espacios como Eurolat y reuniones como la celebrada recientemente en Lima, donde parlamentarios de ambas regiones trabajamos para estrechar esa relación.
Juan José Matarí Sáez, ¿qué rol juega hoy Europa en el escenario internacional?
Europa siempre ha sido un actor relevante en la política global, pero también está atravesando una transición. Enfrentamos una fuerte polarización, el auge de movimientos populistas y una presión creciente sobre nuestras democracias. Esto nos obliga a defender activamente nuestras instituciones liberales: la independencia del poder judicial, la libertad de prensa, el papel fiscalizador de los parlamentos. Las democracias no están garantizadas por sí solas; hay que trabajarlas y cuidarlas cada día. Aunque desde fuera Europa pueda parecer un mundo ideal, también tenemos nuestros propios desafíos y vulnerabilidades.
¿Cómo enfrentan desde Europa el fenómeno migratorio?
La inmigración es una necesidad para Europa. En los próximos 25 o 30 años necesitaremos unos 50 millones de inmigrantes para sostener nuestro sistema de bienestar, especialmente las pensiones. Nuestra tasa de natalidad es muy baja. Además, tenemos una deuda moral. En el siglo pasado, millones de europeos emigraron a América Latina, fueron bien recibidos, construyeron una vida allá. Ahora debemos corresponder con apertura y reciprocidad. Lo clave es que la migración sea regular, ordenada, voluntaria y legal. Queremos que los inmigrantes lleguen con contratos de trabajo, con garantías. Hay modelos exitosos, como el de Canadá, que ha incorporado en los últimos años a un millón de latinoamericanos en puestos altamente calificados: médicos, ingenieros, especialistas. Para Europa sería ideal que una parte significativa de esa migración provenga de América Latina, por la cercanía cultural, idiomática y por la fácil integración. Y, algo fundamental: que nadie se vea obligado a migrar por causas trágicas, como lo que ocurre hoy en Venezuela.
Juan José Matarí Sáez, ¿qué expectativas tiene España respecto a América Latina?
España tiene una responsabilidad histórica y cultural con América Latina que, lamentablemente, en los últimos años ha descuidado. Debemos recuperar esa vocación natural de socios confiables. Esta relación debe basarse en el respeto mutuo, la igualdad y la simetría. Hay que reconocer que, mientras nosotros nos alejábamos, otros actores –como China– aprovecharon ese vacío para ganar presencia en la región. Es hora de revertir esa tendencia, de fortalecer los lazos y construir una nueva etapa de colaboración más madura, con visión de futuro y beneficio compartido.
¿Cómo avizora Iberoamérica en el siglo XXI?
Es indispensable para ambas regiones restituir una gran unidad cultural que nos permita beneficios recíprocos, superando prejuicios, afirmando los modelos democráticos y pugnando por el bienestar de nuestros pueblos. Por igual, rechazamos las versiones totalitarias y populistas que causan más daño al bienestar común.
Migración ordenada
Europa y América Latina deben dejar de ser socios distantes y convertirse en un bloque estratégico frente a los desafíos globales, afirma el senador español.
“Necesitamos una migración ordenada y con garantías, pero también una alianza geopolítica basada en el respeto y la reciprocidad”, sostiene Juan José Matarí Sáez.
El parlamentario del Partido Popular advierte sobre los riesgos del populismo y llama a fortalecer las democracias desde sus instituciones.
Con la mirada puesta en el siglo XXI, Juan José Matarí Sáez propone recuperar la conexión histórica entre España y América Latina con una visión de beneficio compartido.
“El desafío no es solo económico o migratorio, sino cultural y político: hay que trabajar por una verdadera unidad iberoamericana”, afirma el legislador.
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