Dina Boluarte desata tensión diplomática con Bolivia con “frase” que no contó con aprobación del Consejo de Ministros
Canciller peruano intentó justificar acción como comparación económica.
La presidenta de la República, Dina Boluarte, causó una nueva fricción diplomática con Bolivia al calificarla como un “país fallido” durante su mensaje a la Nación por Fiestas Patrias, sin que esa expresión haya sido aprobada previamente por el Consejo de Ministros ni incluida en el texto oficial difundido por Palacio de Gobierno.
El pasado 24 de julio, el primer ministro Eduardo Arana presentó ante el gabinete el borrador del mensaje presidencial para su revisión. Según fuentes oficiales, varios ministros propusieron ajustes al contenido, lo que llevó a posponer su aprobación.
Finalmente, el discurso que Boluarte pronunció el 28 de julio incluyó elementos que no habían sido consensuados, entre ellos, la controversial comparación que involucró a “Bolivia, Venezuela y Cuba”.
“Un país sin inversiones, sin obras ejecutadas, con mayor pobreza, camino a convertirnos en un país fallido [como Cuba, como Venezuela, como Bolivia y otros tantos más], es decir, una paria internacional”, declaró la mandataria en una parte de su alocución, mientras dirigía críticas a quienes promueven una nueva Constitución.
En paralelo al mensaje presidencial, varios congresistas escenificaron protestas en el hemiciclo. El legislador Jaime Quito ondeó una bandera con la frase “Dina, el pueblo te repudia”, mientras que Wilson Quispe, exintegrante de Perú Libre, se despojó de su camisa para mostrar un polo que decía: “El pueblo no se rinde. Justicia para el pueblo”.
Boluarte sostuvo que su gestión actuó con “absoluto respeto al orden democrático” para evitar que el país cayera en manos de un gobierno improvisado que, según ella, habría impulsado una Asamblea Constituyente.
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“Mi gobierno no tuvo paz ni tregua. Desde un inicio enfrentamos una ofensiva violenta”, enfatizó.
Aunque su intervención mantuvo un tono moderado, las declaraciones provocaron de inmediato la reacción del gobierno boliviano.
El presidente Luis Arce instruyó convocar al encargado de negocios del Perú en La Paz, Carlos Montoya, para expresarle su “rechazo contundente” a lo que consideraron expresiones “inadmisibles” por parte de la jefa de Estado peruana.
El vicecanciller boliviano Elmer Catarina explicó que su país no tolerará comparaciones que atenten contra su dignidad.
Desde la Cancillería peruana, el ministro Elmer Schialer intentó contener la controversia al señalar que las frases fueron “sacadas de contexto”.
“La presidenta no solo mencionó a Bolivia, sino también a Venezuela y Cuba, y lo hizo en el marco de una comparación económica y social con la situación del Perú”, puntualizó ante la prensa.
No obstante, el hecho de que la referencia a Bolivia como “Estado fallido” no figure en el texto oficial compartido por Palacio despertó cuestionamientos sobre la forma en que se elaboran y validan los mensajes oficiales del Ejecutivo.
Las tensiones diplomáticas continúan mientras el Gobierno guarda silencio sobre si asumirá responsabilidad política por lo dicho fuera del texto aprobado.
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