Dictamen sobre transfuguismo: La curul debe pertenecer al partido y no al congresista, señalan
Pedro Morales Miranda advierte que el dictamen aprobado por la Comisión de Constitución representa un avance, pero deja abierta una ventana a favor de los tránsfugas.
En días recientes, la Comisión de Constitución y Reglamento del Congreso aprobó un dictamen que busca limitar el transfuguismo parlamentario.
La norma establece restricciones relevantes: los congresistas no podrán formar nuevas bancadas durante el periodo legislativo y solo se permitirá un único cambio de grupo político por legislatura.
Para el abogado y exasesor en materia constitucional del Congreso, Pedro Morales Miranda, se trata de un avance, pero no suficiente.
Plantea que el debate debería incorporar una propuesta más radical para erradicar el transfuguismo, es decir reconocer que las curules pertenecen al partido político y no al congresista individual.
“Cuando un parlamentario renuncie o abandone su bancada de origen, debe ser reemplazado automáticamente por su accesitario que siga afiliado al mismo partido”, propone.
Morales Miranda parte de una premisa clara. Y es que al votar, “los electores eligen primero al partido; luego, si desean, al candidato dentro de ese partido, mediante el voto preferencial. Lo esencial es salvaguardar la correlación de fuerzas que el electorado determinó entre los partidos”.
Bajo esta lógica, la renuncia de un congresista no debería alterar el número de representantes que los electores asignaron a cada agrupación, ya que la curul regresaría al partido y sería ocupada por su accesitario, reitera.
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El jurista critica que el dictamen aprobado no resuelve de fondo el problema, porque, en su opinión, “salirse una vez, dos o tres veces de una bancada no hace diferencia si al final la correlación de fuerzas se distorsiona”.
Añade que la práctica continuada del cambio de bancada, aun limitada, permite que los partidos pierdan representantes que el electorado les había otorgado, alterando la composición real del Congreso.
“Eso debilita tanto a los partidos como al funcionamiento institucional del Parlamento”, sostiene.
Diversas voces coinciden en que permitir incluso un solo cambio de bancada es insuficiente para evitar abusos. Algunos temen que ese margen se use para negociar cargos o beneficios personales, mientras otros advierten que restringir en exceso al parlamentario podría vulnerar derechos fundamentales, como la libertad de afiliación, expresión o conciencia.
Tampoco se descarta que una regulación más estricta genere judicialización o impugnaciones, si se interpreta que contraviene garantías constitucionales.
El dictamen aprobado por la Comisión de Constitución representa un pequeño avance frente a la situación previa al establecer límites al transfuguismo, pero aún deja espacio para que los cambios de bancada alteren la representación partidaria determinada por los electores.
La propuesta de Pedro Morales Miranda busca cerrar esa brecha, asegurando que la voluntad popular se respete íntegramente mediante el principio de que las curules pertenecen al partido y no al individuo.
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