Advierten autoritarismo encubierto en Congreso por proselitismo político en semana de representación
Cambio en el reglamento del Poder Legislativo tendría fines electorales, advierten especialistas.
Una controversia se ha desatado en el Parlamento tras la propuesta de incorporar el artículo 25-A al reglamento del Congreso de la República, lo que permitiría a los legisladores realizar discursos políticos durante las semanas de representación en vísperas de las elecciones generales de 2026.
El penalista y analista político Luis Lamas Puccio advirtió que esta iniciativa encubre una tendencia autoritaria.
Lamas Puccio calificó esta propuesta como un intento de institucionalizar el uso del cargo público para fines electorales.
“Aprovecharse de la función pública para empoderarse. Digamos es una propuesta respecto a un régimen autoritario que se va a prolongar con el paso del tiempo y tiene estrictamente fines electorales y que encierra un autoritarismo encubierto en contra de la democracia y de la Constitución Política”, declaró Lamas Puccio a EXPRESO.
El abogado penalista señaló que los legisladores estarían recurriendo a su facultad legislativa para favorecer intereses particulares.
“Es una fórmula encubierta de tratar de legitimar el proselitismo político aprovechándose de la condición de parlamentarios. Es tratar de dar una forma a un abuso del derecho, están maquillando la propuesta para darle legitimidad, todos están aspirando ser reelectos”, señaló.
Inconstitucional
Según el experto, la propuesta legislativa presentada por Fuerza Popular contraviene directamente los principios constitucionales.
“Usar recursos estatales sin autorización para hacer campaña puede tener consecuencias penales. Esta es una ley inconstitucional, pues el control del proselitismo corresponde exclusivamente al Jurado Nacional de Elecciones (JNE)”, detalló.
Necesidad de límites claros
Por su parte, el constitucionalista William Oblitas sugirió modificaciones al texto para evitar ambigüedades y prevenir conflictos de intereses.
“Es necesario que se establezca de forma explícita que la semana de representación no puede ser usada para actividades proselitistas. El reglamento debe ser claro en este aspecto”, sostuvo.
Oblitas también advirtió que la posibilidad de que los congresistas pidan licencia sin goce de haber abre una puerta peligrosa para el ejercicio de actividades políticas sin control.
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“Al no percibir remuneración, no rinden cuentas al Estado. Eso permite que se involucren en proselitismo sin consecuencias”, puntualizó.
Finalmente, destacó que el uso indebido de fondos públicos destinados a representación con fines políticos podría constituir una infracción grave.
“Si un congresista desvía esos recursos, podría estar incurriendo en un delito”, concluyó Oblitas.
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