VIZCARRA JUEGA TENIS MIENTRAS LAS BAMBAS SE INCENDIA
NULL
Mientras el Perú empieza a incendiarse en el Sur, con el caso del principal asiento minero del país que está en Las Bambas, en la provincia de Cotabambas, distrito de Chalhuahuacho, en las alturas de Apurímac, donde está de por medio una inversión de 10 mil millones de dólares de parte de una multinacional china, el presidente Vizcarra juega tenis en un club exclusivo de la capital. ¿Qué les parece?
IGUAL QUE PPK
La conducta del Señor Presidente de la República, de estar feliz jugando en el Lawn Tenis, nos hace recordar a su antecesor Pedro Pablo Kuczynski, que en los días más duros de los desastres naturales, en enero de 2017, con el Niño Costero del norte, estaba él en una comodísima piscina del Golf Club de San Isidro.
SENSUALIDAD DEL PODER
Esa enfermedad se llama la sensualidad del poder. Ataca a las personas insensibles que llegan al poder y se desconocen ante el fulgor de las instalaciones de Palacio de Gobierno y las invitaciones y gustos refinados de la ‘socialité’ limeña. Rozan esas alturas, como Humala y Nadine Heredia, y se deslumbran. No está lejos de ese mal el mismo Fujimori, aunque en la sola faceta del poder. Ni qué decir de Montesinos y sus pichones tipo Martín Belaunde Lossio.
1.5 % DEL PBI
¿No sabe nuestro Presidente que está de por medio, en Las Bambas, el 1.5 % del PBI? En ese rico yacimiento están sacando, al año, 300 mil toneladas, y 20 mil toneladas de molibdeno. Y la proyección para 2020 es que la producción subirá a 400 mil toneladas y el doble de molibdeno, mineral raro que se usa en la tecnología de punta.
ONG ANTIMINERA
¿Saben en Palacio que en el distrito de Haquira, que está A 15 minutos de Las Bambas, se ha instalado una ONG antiminera, supuestamente alemana, que viene operando desde antes de la crisis de Conga? Obvio que es experta en cerrar minas, incluido en Tía María. Dicen que algunos chilenos de ese credo armaron en Alemania esta organización, y vaya que les ha ido bien.
EL 30 % DEL BOTÍN
Las mineras tampoco son exentas de errores. Esto por haber generalizado el soborno a dirigentes comuneros, como se ha reconocido, por ejemplo, entre los de Fuerabamba, Pumamarca y Huancahauire. Y la parte del león se los llevan los operadores, “abogados”, que no quieren recibir los 5 mil soles que les podrían ofrecer en pago las comunidades, sino quieren el 30 % de lo que le van a sacar a la mina y al Estado. Es ya un modus vivendi.
¿NO SABEN…?
De otra parte, ¿no sabe el ministro del Interior que por Abancay opera un grupo islámico del Hezbolá que tiene como operador a Edward Quiroga Vargas? ¿No sabe que hay también una ONG del fundamentalismo árabe llamado Inkarri Islam? ¿Los servicios secretos inválidos de la DINI y de la Didemin no están informados de estos y otros detalles de la universidad local (Unamba) donde manda un grupo senderista?
LOS SUECOS
Muchos de ellos saben, pero se hacen los suecos. Claro. Eso es más fácil, es decir ser simples presupuestívoros y no sacar cara por el desarrollo de sus pueblos, desarrollo que, por cierto, no marcha al compás de ningún tipo de fundamentalismo o de indigenismos trasnochados. Marcha con la empresa privada, que es la principal fuente de trabajo y del desarrollo económico en todo el mundo.
POR SU NOMBRE
Y es que ya es tiempo de decir las cosas por su nombre. Al radical antiminero, desnudar lo negativo de su praxis y lo dañino que resulta su presencia para una sociedad ordenada. Al mandatario insensible, decirle insensible. Al funcionario incapaz, decirle incapaz. Desde este punto de vista principista, la oposición debe ser oposición y no componenda, menos aún en el caso Obedrecht.
SON OPINIONES
De forma que no debe llamarnos la atención si algún congresista, como Rosa Barta, critique en forma sincera al Presidente de la República. Eso significará que está lejos del complejo de manada y sumisión que quiere establecer la dictadura mediática y sus corifeos. Y es que las opiniones son eso, opiniones, señoras de la bancada fujimorista.
Puedes encontrar más contenido como este siguiéndonos en nuestras redes sociales de Facebook y Twitter.