Héroe de pacificación cuadra a mafia caviar

Muy indignado se mostró José Luis Gil, miembro del legendario GEIN que capturó al cabecilla terrorista Abimael Guzmán, cuando se enteró de que, por pedido de IDL y otras ONG, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha programado una audiencia contra el Perú.

“La mafia caviar sigue con su arremetida contra la soberanía nacional (…) para que entre comillas vigile la conformación de la Junta Nacional de Justicia (…) Esto es inadmisible. Esto es imperdonable”, aseguró el experto en Inteligencia. “Es hora de que se detengan o el pueblo los tendrá que detener”, advirtió Gil.

El síndrome de hubris

Cuando vemos a los políticos y sus aires de autosuficiencia y hasta mesiánicos, cuando no ataviados de soberbia y arrogancia, recordamos la sensualidad del poder, no en el sentido erótico del término, sino en la acepción del llamado síndrome de Hubris, ese trastorno narcicista, esa inclinación a la grandiosidad, esa tremenda fisura que se abre en su conducta como para no escuchar a nadie.

Desconexión con la realidad

El uruguayo Oscar Picardo, un erudito en este y muchos temas,  nos recuerda que en el artículo titulado “La Patología del Poder”, de Fernando del Pino, se describen algunos síntomas de la enfermedad, entre los que destacan: “Indiferencia a lo que otros piensan; dificultad de conectar intelectual y emocionalmente con las personas con las que uno se relaciona. Frialdad hacia los sentimientos de los demás. Desconexión con el sufrimiento que puedan producir sus decisiones”...

Se comen sus hijos

¿No hay, amigos, un aire de familia con lo que vemos en Dina Boluarte y su equipo? Las grandes y las pequeñas personalidades que sufren estos trastornos por lo general se deslizan a la agresividad, a la hostilidad, y de allí a la tiranía no hay más que un paso. “Hay revoluciones que se comen a sus hijos”, ha recordado el izquierdista honesto “Pepe” Mujica.

El poder es efímero

Pero hay que hacerles recordar a esos inquilinos de Palacio y de otros poderes del Estado que no solo el poder es efímero sino que la misma vida es efímera. Somos mortales. Y por eso mismo muchas veces no son las grandes revueltas o revoluciones las que  llevan al fracaso o a la desgracia a los actores políticos.

Pruebas al canto...

¿Recuerdan a esa desconocida asistente llamada Matilde Pinchi Pinchi, que derribó no solo al corrupto y asesino Vladimiro Montesinos sino a todo el antiguo régimen fujimorista? Claro que sí. Saltando los años, una desconocida empleada doméstica de los Humala contribuyó a su descrédito y enjuiciamiento, robándole sus agendas a Nadine Heredia... Así fue.

Factor Karen Roca

En tiempos más irreverentes resulta que una anodina secretaria llamada Karen Roca, escriben en las redes, provocó la caída del Lagarto Martín Vizcarra. Y todo con solo grabar sus maniobras miserables dentro de Palacio, sobre todo, para manipular la justicia, pruebas que después entregó al Congreso. Y se acabó el debate.

Sexy tarapotina

Una anodina pero sexy tarapotina, Yaziré Pinedo, aportó todo el arsenal necesario para la caída del premier Alberto Otárola, a quien incluso presentaron como un viejo verde. Pero lo desgraciaron con esas armas vedadas. No pues. ¿Verdad, Qero?

Cuestión del calendario

Si esto es así, ¿no sería posible que el anodino suboficial de la PNP, Félix Montalvo, pudiera convertirse en la garganta profunda que falta para liquidar al régimen de doña Dina Boluarte? Obvio. ¿Qué ha pasado en Asia con el Cofre? Todo es posible en la dimensión desconocida. Todo indica que la suerte de los que sufren del síndrome de Hubris es solo cuestión del calendario.

Hackeados

¿Qué tienen en común Carlos Anderson, Mesías Guevara y Daniel Córdova? Que todos son víctimas de la delincuencia, en su modalidad de hackeo a sus cuentas de WhatsApp. Según dijeron, se hacen pasar por ellos para que sus contactos les manden dinero. El congresista ya apuntó la placa al presunto culpable, un tal Beker Valdivia Tineo. Esperamos que la Policía Nacional investigue y resuelva este caso pronto.

Más trabajo en minería

Mientras el sector minero empleó de manera directa a 241,880 trabajadores en agosto de 2024, lo que constituye -según las agencias- la mayor cifra histórica oficial de este indicador, resulta que estos datos sobre empleo serían mejores si se ejecutaran, de inmediato, los proyectos sureños como el de Tía María de Southern Peru en Arequipa, Corani en Puno, Tajo Chalcobamba en Apurímac, Coroccohuayco en Cusco y Zafranal también en Arequipa. La prensa especializada indica que Southern Peru Copper Corporation tiene previsto invertir 8,500 millones de dólares en el Perú.

‘Lentejero’ en acción

Sin embargo, mientras hay cada vez más trabajo en el sector, y las proyecciones empresariales son auspiciosas, la izquierda “cutrera”, o “lentejera”, como la que personificó el convicto Pepe Julio Gutiérrez, ha vuelto. Y ese lugar parece que ahora lo ocupa, claro que en materia agitativa, el congresista Jaime Quito Sarmiento, de la Bancada Socialista, quien en días pasados estuvo organizando algaradas para reimpulsar las posiciones antimineras en el valle de Tambo. ¡Mal, muy mal!

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