Feliz Año a los peruanos de buena voluntad

Al margen de todas las dificultades de la crisis de la seguridad ciudadana y del orden público, al margen de los problemas de esa otra crisis que es de los organismos de justicia, que tiene que ser reformados, o de los principales poderes públicos, ¡Feliz año a todos los peruanos de buena voluntad! Y a los extranjeros de buen corazón.

Esta oscuridad en que nos han metido a los ciudadanos, estamos seguros, no será eterna. Obvio que vendrán tiempos nuevos. Todo depende de nosotros. ¡Salud!

‘Chavelita’ cobra en paila

Este viernes nuestro paparazzi Richard Barrueta siguió los pasos de ‘Chavelita’ Isabel Cortez. Apresurada, casi sudorosa, llegó con su seguridad a Palacio de Gobierno.

Pensábamos que entraría a darse un abrazo con “Dina asesina”. Vaya que nos equivocamos. Dio media vuelta y se dirigió al Banco de la Nación, siempre seguida por su guardia de Seguridad de Estado.

Allí estaban los fonavistas, al lado izquierdo, pero no cruzaron ni miradas...

No la reconocen

Cosa curiosa es que la gente ignore su alta investidura, es decir nadie la reconoció, porque apenas llegó al banco podría haberle dado algún tipo de trato deferente.

Pero los “guachimanes ni la reconocieron. Es más, le dijeron “vaya a cola”. Ah caramba. Es cuando dejó a su seguridad en una de las colas y ella se fue a la fila más corta a cobrar los dos sueldos por fin de año y de yapa el bono que reciben los padres de la patria como ‘Chavelita’. Provecho.

Plantón de retirados en Palacio

El coronel retirado del Ejército Rommel Roca el mismo viernes encabezó un plantón con los retirados de su arma, además de la Marina y la Policía Nacional.

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llos exigían que les paguen sus devengados y otros beneficios que les adeuda el MEF. Roca logró entrar a Palacio y fue atendido por un asesor principal, al parecer Francisco Gaviria, quien les prometió “ver el tema con la presidente Dina Boluarte”. Ver para creer. Confianza en el ojo, no en el anteojo, reza el verso del poeta.

Desde Palacio y Congreso

El Congreso nos notifica que “este 2024 continuaremos trabajando por el bienestar de todos los peruanos, impulsando el Diálogo para el Consenso con la finalidad de promover el desarrollo de nuestro país. ¡Feliz año!”.

Y desde Palacio nos dicen que “En este 2023 enfrentamos retos y desafíos que con unión y diálogo nos permitieron avanzar como país. Sigamos construyendo un Perú con igualdad y oportunidad. Un Perú de todas y todos”. Bla, bla, bla…

Año de los extorsionadores

La retórica y los post en las redes aguantan todo. Sigamos con el desarrollo y la construcción para bien de todas y todos, prosiguen. Pamplinas.

No nos engañemos, este año que se fue ha sido un fiasco. Fue el año de los criminales extorsionadores que se han multiplicado como hongos en todo el territorio nacional, a partir de los bajos fondos de Trujillo, en un inicio, avanzó con la migración primero colombiana y se hizo explosiva con la venezolana.

En suma, fue el año de la delincuencia, de los “trenes de Aragua”, de la disputa a balazos y con cantidad de muertos del oro de la minería informal, como ha sucedido en el Pataz norteño.

Disputas a balazos del negocio de la prostitución. Hemos visto, en este año, que hasta la delincuencia del narcotrático, sobre todo del Vraem, ha quedado empequeñecida ante esas nuevas fuentes del delito que maneja alrededor de 8 mil millones de dólares (nos referimos a la minería informal)...

Falsos valores

Y sobre esa base, de esa informalidad que idolatra Hernando de Soto, se ha armado la mega-delincuencia, que el Estado no puede combatir.

Esto porque la izquierda ladrona, que ha llegado en los últimos lustros al poder, ha venido corroyendo instituciones como la Policía Nacional, mandando bien al retiro o a otras ocupaciones a los pocos cuadros investigadores de la criminalidad organizada que tenía dicha institución, para reemplazarlos por falsos valores como Harvey Colchado de la Diviac, de origen caviar, por poner un ejemplo.

Tienen más derechos

Y la misma legislación que combatía el crimen hace más de 20 años fue también relativizada, sobre todo desde el 2004. Poco a poco, los delincuentes tenían prácticamente el mismo nivel de derechos que ciudadanos probos, y en los últimos años post Humala y post lagarto Vizcarra, los criminales tienen más derechos que las víctimas, peor si estas son de la Policía Nacional porque los encarcelan sin ton ni son.

A ese extremo hemos llegado.

No señores

No señores, llévense sus relativismos a la mismísima. No señores del Poder Judicial ni de la Fiscalía caviarizada que, de seguro, tras las orientaciones de Gustavo Gorriti, siguen copando el Ministerio Público, por ejemplo, con el ascenso de la controvertida fiscal “cuello blanco” Fanny Quispe que ahora es fiscal adjunta suprema provisional. Bien obediente resultó este Juan Carlos Villena.

No deben tener derechos

Pero el asunto va más allá. Y es que el pueblo está harto de ustedes. Métanse en su cabeza que desde que los delincuentes matan como terroristas o como asesinos comunes, desde que violan a niñas o niños, desde que roban a todo tipo de empresarios, desde que extorsionan mañana tarde y noche, estos malditos no pueden tener derechos en el nivel que les ha dado la legislación peruana al amparo de las organizaciones de derechos humanos.

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