Vizcarra es una amenaza social
“Ya aplanamos la curva. ¡Estamos en la meseta!”. Esa frase falaz e infeliz la pronunció el presidente Vizcarra hace diez días. Pretendió engatusar nuevamente al ciudadano con aquel aparato reverberante y mediático de la prensa corrompida que compra con la publicidad estatal que paga usted, amable lector. Esta vez el periodismo mundial se encargó de darle un desmentido frontal. Había ocurrido precisamente lo contrario a lo que manifestó muy orondo este presidente que no cesa de engañar al país. En lugar de aplanar la curva, lo que consiguieron Vizcarra y sus cómplices fue convertir esa curva en una recta perpendicular. Y en esas seguimos, señores. Entre el 11 y el 29 de mayo la cantidad de contagiados por el Covid-19 fue 80,987, 55% de las infecciones totales a aquella fecha (148,285). Igualmente durante ese periodo se registraron 2,341 fallecimientos; es decir, 55% del total de fallecidos hasta ese día (4,230). La mentira tiene patas cortas, presidente Vizcarra. Financial Times, la Universidad Johns Hopkins y otros íconos mundiales irrefutables desbarataron todas y cada una de sus falacias.
Si usted nos engaña nada menos que con lo más importante que tiene un ser humano –la salud- ¿cómo espera que le creamos en asuntos como la corrupción que carcome a su régimen, mientras usted se rasga las vestiduras endosándole el robo a terceros; o sobre cualquier acto de gobierno que usted viste de éxito, cuando todos son fracasos? Usted, presidente Vizcarra, ya no tiene autoridad moral para gobernar. Hace ya mucho tiempo que no la tiene. Desde que perpetró su golpe de Estado, cerrando el Congreso y llamando a elecciones para producir este engendro de Legislativo que hoy tenemos. Pero ahora usted ha arriesgado -y sigue haciéndolo- la salud y la vida de los peruanos sin importarle un caracol. Y aquello no puede permitírsele a un mandatario. Sea por la incapacidad que lo caracteriza o por lo que fuere, usted es responsable de las muertes que se registran diariamente derivadas de una pandemia que se le fue de las manos.
En este orden de ideas, ni a usted ni a su indescriptible premier Zeballos le permitiremos que perseveren en esta deriva antisocial, frustrante, opresora, autocrática, engañosa, cleptómana y descontroladamente antieconómica mediante la cual su gestión continúa escorando a nuestro país hacia el marxismo. Lo hace para mantener el apoyo político y propagandístico de la izquierda y permanecer sentado en el sillón presidencial. No dispondremos de la fuerza que usted maneja en nombre del pueblo –desde las FFAA pasando por la PNP, la envilecida Fiscalía y demás instrumentos coercitivos que utiliza para arrinconar a la oposición- pero tenemos derecho a expresar constitucionalmente nuestros puntos de vista sobre todo lo que acontezca en nuestra nación, criticándolo enérgicamente como ocurre en este caso. Porque, ingeniero Vizcarra, en nombre de lo que fuere, lo que usted continúa haciendo es desmantelar el tejido socioeconómico del Perú que tanto esfuerzo y perseverancia costara recomponer, arruinándole de esta manera el futuro a millones de peruanos. Entiéndalo, usted es una amenaza para la sociedad peruana.