Visibilizando la artesanía peruana: ¡Tarea de todos!
La artesanía peruana, con su rica tradición y destreza artística arraigada en su historia milenaria, enfrenta desafíos significativos que requieren atención urgente. A pesar de su potencial innegable, este sector experimentó un 2023 atípico marcado por una caída de -17% en sus exportaciones y llegando apenas a los US$ 36 millones 572 mil (enero -noviembre).
El golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo generó inestabilidad política y afectó la llegada de compradores internacionales que tradicionalmente visitan el país en enero y febrero. Esta situación, junto a otros factores, contribuyó a que los despachos estén por debajo de los niveles esperados. En los últimos años oscilan entre US$ 40 y US$ 45 millones, cifras alejadas a los US$ 65 millones del 2002.
El impacto político también repercutió en el turismo, actividad estrechamente ligada a la artesanía. Las ventas a turistas, que normalmente rondan entre los US$ 150 millones y US$ 200 millones, probablemente disminuyeron en el 2023 por la menor afluencia.
Es necesario entonces reconocer la necesidad de darle una mayor visibilidad a esta actividad. El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) tiene un registro de alrededor de 40 mil artesanos, cuando el número real podría superar el millón.
En ese sentido, es impostergable la realización de un censo cuyos resultados permitan planificar acciones que impulsen esta actividad de manera efectiva, segmentar las empresas por tamaño, identificar de forma más precisa las necesidades del sector e implementar proyectos específicos.
La formalización también representa un desafío adicional. Las empresas del rubro trabajan con pequeños artesanos que intentan formalizarse, pero enfrentan dificultades debido a los sobrecostos. Se requiere darles un entorno en el que puedan mantenerse en la formalidad en el largo plazo.
México, como caso ejemplar, exporta artesanía por US$ 900 millones al año. Si bien su cercanía a EE.UU. ayuda, su éxito se debe también a estrategias concretas, como la creación de plataformas de venta focalizadas en mercados específicos y scouts que identifican oportunidades para sus productores. En Perú contamos con las Oficinas Comerciales en el Exterior (OCEX), pero está pendiente la mejora de su trabajo respecto a este rubro.
Una plataforma de venta dirigida al mercado estadounidense podría ser valiosa, especialmente porque las piezas peruanas generan mucho interés en ferias internacionales. Un enfoque unificado y estratégico es esencial para aprovechar este potencial y recuperar terreno.
La artesanía peruana, respaldada por una historia y cultura milenarias, es apreciada en los mercados internacionales. Casos notables, como la fabricación de cofres de lujo por parte de la empresa nacional R. Berrocal, que fueron entregadas como parte de los regalos que recibieron todos los nominados a los premios Óscar en el 2023, demuestran la capacidad peruana para destacar en escenarios globales.
La oportunidad de recuperación y crecimiento está presente, pero se necesita un apoyo significativo. La artesanía peruana, con su singularidad y autenticidad, merece ser no solo preservada, sino también potenciada para contribuir al desarrollo sostenible del país. Por nuestra parte, seguiremos trabajando por la promoción del sector en colaboración con el sector público.
Por Julio Pérez Alván
Presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX)
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.
