Urge una Fiscalía íntegra y eficaz
Lo que hizo una fiscal al dejar en libertad a dos delincuentes venezolanos cómplices del abatido criminal “Maldito Cris”, a solo dos días de ser detenidos tras un feroz enfrentamiento, debería ser el final del camino equivocado que estamos recorriendo.
El país se pudre a consecuencia de la corrupción y ahora ya ni en la justicia podemos confiar. La ciudadanía exige a los fiscales que cumplan con su misión de promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, velen por la independencia de los tribunales y procuren ante ellos la satisfacción del interés social.
Hoy con pena somos testigos de un enfrentamiento entre la Fiscalía y la Policía Nacional, culpándose unos a otros por la liberación de los criminales Alvin Vargas García y Danny Marcano Andrade, miembros del siniestro Tren de Aragua. El primero de los nombrados, sin pérdida de tiempo, huyó a Chile para seguir allí su carrera delictiva. Las autoridades de ese país ya han sido alertadas.
Nada justifica la negligencia mostrada por la fiscal María del Socorro Abad Tandazo. El Ministerio Público la destituyó el fin de semana, pero las circunstancias en que se produjo la liberación de los delincuentes dejan muchas dudas sobre la integridad de esta magistrada. Creo que este caso debe investigarse a fondo para saber qué ocurrió.
La verdad tiene que abrirse paso. No pueden utilizarse leguleyadas para soltar delincuentes. Es hora de corregir las cosas y poner mano dura.
¿Tenemos acaso una fiscalía que ha dejado libres a tiburones voraces y atrapa solo a las pequeñas sardinas? ¿O es que al permitir tantas injusticias se ha abierto el camino a todas las que la siguen? Pareciera que sí, pues el caso Lava Jato con tantos años de investigación sin que haya una sola condena, nos lleva a pensar que “nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía”.
Es indignante ver denuncias como el pago de 41 millones de soles hecho por EsSalud a una empresa que trajo las pruebas rápidas contra el covid-19, que no sirvieron y fueron incineradas. Algo huele mal también con los bonos alquiler que entrega el Ministerio de Vivienda a los damnificados de lluvias y huaicos. Se ha dado bonos a quienes no sufrieron perjuicio alguno, mientras cientos de damnificados viven en la calle. O sea, la corrupción es imparable.
Es tiempo de un cambio radical en el país. Cada vez hay más pobres por culpa de la delincuencia y la corrupción. Nos estamos acostumbrando a aceptarlo y eso no debe continuar.
Me ratifico y lo repito. Es hora de reflexionar en la necesidad de establecer la pena de muerte. No como venganza sino como prevención, para proteger a los que serán agredidos o asesinados por la criminalidad rampante. La prisión perpetua solo sirve para garantizar la vida de los asesinos irrecuperables, mientras niños en las calles mueren de hambre. Es injusto, aunque a muchos adefesios no les guste lo que digo. Es mi verdad, con el perdón de los adefesios.
Por Óscar Becerra Tresierra
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