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Última oportunidad del Congreso

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Fecha Publicación: 14/12/2023 - 23:00
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Si el Congreso –máximo representante de la sociedad– adopta hoy la única medida que le queda para evitar ser nuevamente cerrado, humillado y desacreditado –cesar a todos los miembros de la Junta Nacional de Justicia JNJ– tendrá la oportunidad quizá única para salir del entrampamiento en que está. Nuestro Legislativo está amenazado por la mafia caviar, que persevera en ser la titiritera del sistema judicial que engloba, tanto al poder Judicial como al Ministerio Público, ambos dependientes de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), esperpento inventado por el impresentable Vizcarra para influir en la Justicia. En la práctica, la policía política Diviac a cargo del coronel Hervey Colchado –suerte de Montesinos espurio, eventualmente general de la PNP por su capacidad de intriga e intrusión en el aparato estatal– depende de la JNJ. A través de esta, Colchado aspira a dirigir los hilos del poder. ¡Como operaba Montesinos desde el SIN en los años noventa! Temerariamente, Colchado apela a internacionalizar su situación personal, presentándose –con los miembros de la JNJ– como víctimas del Congreso por ”defender” el sistema judicial. ¡Cuando eso nunca fue función de la JNJ! A consecuencia de esto, hoy la inestabilidad en el Perú es total, con un aparato policíaco secreto de colosal envergadura, dirigido por un sujeto cuyos escrúpulos no los conoce nadie. Pero por su modo de actuar, todo indica que prescinde de ellos. Eso sí, imitando a Vladimiro Montesinos, Colchado es un pálido remedo. Recordemos que Colchado maniobró con pérfida siniestrialidad la captura –y consecuentemente el suicidio– de Alan García, coordinando con los caviares a los que aún maneja bajo amenaza porque les conoce de pies a cabeza. Colchado urdió, asimismo, el informe 155/2022 sobre “Los Niños de Acción Popular”, que entregó a la comisión investigadora del Congreso prohibiéndole que lo haga público so pretexto del sello “estricta reserva”.

Por tanto fue un informe inservible. Pero, ¿por qué razón él no denunció a los “Niños” ante la Fiscalía? ¿Qué esperaba? ¿Acaso una coyuntura –como la actual– para utilizar ese informe como instrumento arrojadizo para atacar y/o chantajear al Legislativo? Es evidente que Colchado manipula las explosivas informaciones que ha logrado acopiar a lo largo de su intrigante carrera policial, con el propósito de convertirse en el titiritero del momento, impulsado además por su desbordante afán de figuración; su evidente aspiración política; su autovaloración como desestabilizador/judicializador de la política; y su personalidad de chantajista montesiniesco. Un reciente libro de Umberto Jara revela que, apenas resultó electo el golpista Castillo, Colchado estaba destacado en provincias; pero se reunió con él en el antro Sarratea “porque Castillo estaba muy interesado en saber qué hacia la Diviac.” A través de Colchado Castillo esperaba controlar el Perú. Pero Colchado tenía otros planes: politizar la Policía y dirigir la Justicia para saciar sus aspiraciones ilimitadas de poder.
Lamentablemente, sin Justicia limpia, independiente y profesional, nada bueno nos espera. ¡La politización en el Ministerio Público viene de muy atrás! Gorriti instituyó esta mafia que maneja la Fiscalía a su entera discreción. ¡Y sigue manipulándola!

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