Revisen las exoneraciones

Tras varias semanas de presión que incluyeron marchas, declaraciones en los medios de comunicación y reuniones con diversos actores, el gobierno cedió y promulgó el 12 de agosto de 2022, la Ley N.º 31556 para dinamizar el empleo de las Mypes del sector restaurantes, hoteles y alojamiento, con lo cual desde el 1 de setiembre de 2022 hasta el 31 de diciembre de 2024, estas actividades solo serían gravadas con un IGV de 8 %, reduciéndose de esta manera en 10 %.

Uno de sus representantes, propietario de varias cadenas e incluso de un laboratorio, indicó a manera de presión que más de 100 mil restaurantes han quebrado desde el inicio de la pandemia y que más de un millón de trabajadores perdió su empleo.

Sin embargo, lo que no dijo es que el 50% de los pequeños y micro restaurantes están registrados en el Régimen Único Simplificado (RUS), por lo que ya están exonerados del IGV. Además, que, a la fecha de aprobación de la norma, el gremio de restaurantes ya venía presentando niveles de facturación similares a los de prepandemia. ¿Entonces a quién efectivamente beneficia esta medida?, ¿se ha visto una reducción en los precios de los restaurantes para sus comensales?, ¿ha dinamizado el sector?, ¿ya recuperaron sus niveles prepandemia?

Aplicada esa exoneración, se ven sus efectos negativos para la economía peruana, pues, la recaudación ha caído en 13.7% entre enero y julio, y especialistas como Luis Arias la atribuye directamente a la reducción del IGV que pagan restaurantes y hoteles.

A esto se suma que el pedido de los restaurantes no anticipó un escenario de recesión económica que actualmente atravesamos y que impide al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) asilarse en el gasto público.

Si bien este es un factor para explicar la reducción de la recaudación, existen otros como la caída de la producción, el precio de los commodities que exportamos, que ha descendido, pero sigue siendo una piedra en el camino para la Sunat, ese 10 % menos que cobra a un sector que claramente ya está recuperado y que ahora solo busca beneficiarse e incrementar ventas a costa de la caja fiscal. ¿Cuánto se ha ahorrado con ese 10 % que no pagan?, ¿lo han reinvertido?

Lamentablemente, el Perú ha entrado en un proceso recesivo desde el último trimestre de 2022, mirando las cifras de PBI se nota que a partir de octubre empieza la fase descendente que se mantiene y es muy seguro que llegue hasta junio o julio. Y esto es muy grave.

Es claro que la disminución de ingresos está impactando negativamente en las cuentas del país, por lo que se debería revisar esa, al igual que las otras casi 180 exoneraciones que tienen diversos sectores. No nos vayamos a lamentar como cuando este empresario de restaurantes fue ministro y se negó a firmar el TLC con la India para que no ingresen los productos farmacéuticos genéricos de ese país y así no afecte su negocio.

Por Gustavo Martínez V.

(*) periodista y sociólogo

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