Partidos deben asumir sus candidaturas con “yaya”
Qué fácil se las llevan los partidos políticos ¿no?, ya nos hemos hecho al dolor el que en cada proceso eleccionario nos presenten una variopinta parrilla de candidatos, muchas con “yaya”, en razón de no habérseles escudriñado previamente sus hojas de vida, cruce de información de antecedentes, procesos en curso, sean penales, civiles o administrativos en sede judicial y policial, la coherencia de sus carreras políticas (permanencia en una sola organización o en aquellas de un mismo ideario o si son connotados tránsfugas), el grado de ascendencia o de respeto en la comunidad donde residen o trabajan etc. En suma, toda información que transparente la oferta electoral (personificada en los candidatos que integran sus listas electorales) que le ofrecen a los ciudadanos, con bombos y platillos.
Pareciera que lo único que importa es “ganar”, obtener, como en el caso de las Elecciones Parlamentarias 2020, el mayor número de representantes en el Congreso y no el adecentar la política. ¿Por qué insistir con la vieja práctica del “todo vale”?, el reclutar en muchos casos a “impresentables” en sus filas. ¿Hasta cuándo los peruanos vamos a tener que tragarnos el sapo de ver y escuchar en cuanto escenario posible, a personajes cuestionados (por su trayectoria de vida), premiados como candidatos a un cargo de elección popular?, so pretexto de que “ya será el pueblo quien lo premie o lo castigue con su voto, ¡francamente! Si a esas estamos, sincerémonos y salvo el ser peruano de nacimiento y la edad mínima, eliminemos todas las restricciones y filtros y que postulen “todos”, incluyendo delincuentes sentenciados, si es que se le va a cargar enteramente la responsabilidad al elector, el de contar con mejores y sólidas instituciones.
Los partidos son los llamados a promover “cultura política”, fortaleciendo valores y patrones de conducta de sana convivencia en la sociedad y esto pasa por rodearse de personas “intachables”, tanto entre sus militantes y líderes, como en aquellos que invitan a integrar listas de elección popular; sencillamente porque es parte de su compromiso con el país, el generar confianza en las instituciones.
Este un tema que deberá ser legislado por el próximo Congreso del Perú, el sancionar (ya sea pecuniariamente o cancelando su inscripción), a aquellas Organizaciones Políticas que estafen la fe pública de la ciudadanía inscribiendo ante los entes electorales, candidaturas de cuestionada trayectoria de vida, porque este acto es en sí mismo un AVAL como institución hacia estos personajes que postulan con su segunda (defender intereses personales o subalternos, por encima del interés público). Y si avales, por tanto responsables del daño moral (sin perjuicio de otros) que pudieran causar al país.
¿Quién o quiénes le pondrán el cascabel al gato? ¿O es que estamos a gusto con el “statu quo”?
