No a los Panamericanos
El Perú ha organizado en reiteradas oportunidades eventos deportivos que forman parte del Circuito Olímpico, y decimos esto a propósito de la propuesta, para nosotros inaceptable, de convertirse en sede de los XX Juegos Panamericanos del 2027 que hace unos días le fueron retirados a Barranquilla.
La iniciativa parte de la ciudad, es decir, de la Municipalidad de Lima, tal como corresponde para postular a ese cometido, amparada en el inútil IPD que es un organismo de utilería, es decir, que no sirve para nada y que lo único que destaca es por su burocracia. No es ni por asomo aquel IPD que podríamos imaginar cuando eran conducidos por renombrados dirigentes, de vasto recorrido y sirviendo al Estado en condición de funcionarios ad honorem.
Hace ya varios años o mejor dicho en varios gobiernos sus representantes tienen como punto de partida filiación política antes que gestión dirigencial. Así se maneja esa institución desde del Poder Ejecutivo y las veces que ha estado adscrita a diversos ministerios como de la Mujer, Educación y creo que hasta Defensa, se ha usado malsanamente su rol para convertirlo en caballito de batalla colocando allí a figuretes del momento.
Para ese cometido, que rechazamos, una pata de la mesa es el Comité Olímpico Peruano sin mayor primacía porque su presencia es más que todo representativa ante del COI. No proporciona recursos, más bien los recibe del estado y tiene sus sponsors. Es el ente técnico que evalúa a los deportistas calificados y fija los niveles de clasificación. El COP no gravita en la decisión del Poder Ejecutivo si se organizan o no los juegos del 2027. Tiene voz pero no voto dicho en lenguaje simple.
Lo que queda del proyecto sibilino para que llegue hasta la asamblea de la organización panamericana Panam Sports es el escalón de mayor peso: que el Ministerio de Economía y Finanzas se compre el pleito y destine los recursos para su organización. Por el momento no se han hecho precisiones sobre su presupuesto, pero cualquier dinero que se destine debería ser reservado para otras necesidades postergadas en el país.
Existen los escenarios adecuados y la infraestructura está allí. El tiempo pasa y Legado está muy al tanto que se necesitan refacciones por su desgaste y buen uso, eso sí, haciendo mejoras pensando en lo que podría ser más adelante. Los JJPP de Lima fueron en el 2019 y han pasado ya 5 años por lo que no se podría dejar de hacer nuevas inversiones.
Hoy el Perú tiene, como siempre, múltiples necesidades y un cúmulo de deudas con la sociedad, que no se atienden, mejores sueldos a nuestra policía, médicos, enfermeros, maestros; construcción de caminos, carreteras, escuelas, postas médicas, hospitales, comunicaciones, seguridad ciudadana, agua potable, saneamiento, alcantarillado, entre otras, que nuestros gobernantes de todos los niveles han ofrecido en múltiples ocasiones, han creado organismos ad hoc, han prometido en campañas, han anunciado los plazos para su ejecución y finalmente, la población no ha recibido ninguna mejora ni mucho menos ha accedido a algún beneficio tantas veces anunciado.
Es decir, para cuenteros tenemos ya suficiente.
Nuestra postura es una sola. No a los Panamericanos del 27.
Por Bruno Esposito Marsan
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