¿Mejoran las proyecciones económicas?

El panorama económico a corto plazo parece que va mejorando para el Perú pues con un posible fenómeno de El Niño leve o menos intenso al esperado inicialmente, la caída económica ya no sería tal y por el contrario se podría elevar ligeramente un 0.4%, con lo cual, calcula el departamento de Estudios Económicos del Scotiabank, pasaría de 2.3% a 2.7% este año.

Claro que ayuda también el efecto estadístico positivo por una caída mayor a la proyectada de la actividad económica en el 2023 y una potencial desaceleración de la economía mundial menor a la prevista.

Diferentes fuentes aseguran que el Fenómeno El Niño (FEN) muestra una probabilidad de 45% de que sea “débil” y 23% que no se concrete durante el primer trimestre de este año.

Esto, implicaría un impacto menor sobre los sectores primarios, en particular Pesca y el Agropecuario.

Y siendo la pesca un sector clave por nuestras ventas de harina de pescado, antes se temía que las aguas cálidas asociadas al Fenómeno de El Niño iban a tener un impacto importante sobre la primera temporada de pesca de anchoveta, que usualmente se inicia en abril. ¿Dios es peruano?

Con el panorama actual se asume que esta campaña de pesca tendrá una afectación marginal, lo que junto a una baja base de comparación –durante el 2023 no se abrió de forma oficial la primera temporada– permitiría un importante crecimiento del sector Pesca (+16.7%).

Así pues, la recuperación del sector Pesca favorecería también la producción de harina de pescado e, indirectamente, a la Manufactura Primaria.

Las perspectivas también sostienen que el sector Agropecuario crecería 2.4%, aunque sin llegar a los niveles de actividad del 2022, pues la campaña agrícola 2023/2024 ya venía golpeada.

Recordemos, que las altas temperaturas registradas en la costa norte afectaron durante el segundo semestre del 2023 los rendimientos de cultivos de agroexportación como arándanos, espárragos y mango, mientras que la amenaza de la llegada de intensas lluvias originó el adelanto de cosechas de cultivos como la uva, lo que afectaría la producción agraria durante el primer trimestre 2024.

El clave sector minero prevé una expansión de 2.5%, ante una probable expansión marginal de la producción de cobre, sin embargo, recordemos que no hay nuevos proyectos importantes.

En general, las últimas cifras indican que habrá una progresiva y lenta recuperación del consumo privado, en sintonía con la aceleración de la generación de empleo y el mayor poder adquisitivo –ante el retroceso de la inflación–, lo que debe impulsar las ventas minoristas y actividades como Servicios, Alojamiento y Restaurantes, y Transporte.

En realidad, la gran envión para la economía lo dará la recuperación de la inversión pública de los gobiernos subnacionales en especial la que se viene ejecutando bajo Asociaciones Público Privada (APP) –como la Línea 2 del Metro de Lima, la ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez– así como por la construcción del puerto de Chancay.

Aun con un mejor panorama para las actividades económicas del país y de un mejor performance de la inversión pública, nuestro Perú no podrá crecer más pues aun no estamos impulsando los verdaderos motores que dan “alas” al desarrollo que es la inversión privada.

Esta representa casi el 70% del total y lamentablemente no se le está impulsando. No hay nuevos proyectos ni se da seguridad a los ya existentes, a esto se le debe sumar las protestas sociales que golpean al sector privado, nuestra imagen internacional y paralizan las ciudades.

Entonces, el reto como país es dejar la parálisis y dar facilidades y garantía a la inversión privada, pero creo, no ayuda tampoco un ministro que renuncia un día y al siguiente se retracta.

Por Gustavo Martínez V.
Periodista y sociólogo

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