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La Ley de la Autonomía, un año después

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Fecha Publicación: 21/09/2023 - 22:00
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Han pasado trece meses de la aprobación de la denominada “Ley de la Autonomía Universitaria”. Es pertinente hacer un análisis de cuáles han sido sus efectos a corto plazo. Aquellos que señalaban que la mencionada Ley traería abajo la investigación y que se licenciarían universidades “chicha” se han equivocado, y de largo. La producción científica en todas las universidades sigue creciendo, y en una rápida revisión de la base de datos Scopus se evidencia un aumento en la publicación de artículos, y como dato adicional universidades nacidas de la vieja CONAFU ocupan seis de los diez primeros lugares.

En cuanto a los procesos de licenciamiento, solo han sido licenciadas dos universidades nacionales, el Modelo de Licenciamiento 1.5 no ha sido modificado, aunque debería ser mejorado y el nuevo Consejo Directivo ha declarado que no licenciarán universidades sin Condiciones Básicas de Calidad.

Con respecto a las legítimas aspiraciones de los que lucharon por la “autonomía”, al parecer la esencia de la Ley se perdió en algún lugar del camino. El Ministerio de Educación tiene la tutela de la tercera parte de todas las universidades del Perú y el Ministerio de Economía se ha convertido en el nuevo ente rector de las universidades, pues les recorta el presupuesto por encima de los mil millones de soles. La Ley Universitaria 30220 no solo afectaba al sistema universitario con el modelo de la antigua SUNEDU, sino que había más instituciones afectadas por dicha norma: SINEACE, CONCYTEC, las Comisiones Organizadoras de las universidades, y otras que también son vitales como PRONABEC, Beca18, PMESUT y DIGESU.

El historiador sanmarquino Pablo Macera decía que “el tamaño y la promesa de una historia, depende siempre de la dimensión de sus protagonistas”. Nos preguntamos, qué fue de los protagonistas de esta historia; de un lado, Oswaldo Zegarra en un retiro mediático luego de su paso incoloro por SUNEDU, y Martín Benavides en un autoexilio dorado con mucho tiempo para pensar; y, por el otro lado, el congresista Esdras Medina a punto de asumir una Comisión Investigadora sobre la ex SUNEDU que lo pondrá nuevamente en los reflectores, y la rectora Jeri Ramón Ruffner, convertida en la persona más poderosa de la educación universitaria y responsable de colocar a San Marcos, nuevamente, en la escena política y cultural.

Un año después, el cuadro aparece con una autonomía incompleta, pues el sistema universitario carece de un ente rector que por espíritu debería ser constituido por ellas mismas. Es decir, de un Consejo Nacional de Educación Universitaria dependiente del más alto nivel como en Chile. Adicionalmente, el sistema universitario no cuenta con una Política Nacional, sino que actualmente está inmerso en una misma política con los institutos superiores. Quizá toque seguir luchando por los ideales. Finalmente, luchar, que lo hacemos bien los universitarios.

Por Andrés Borja Villanueva 

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