La incertidumbre nos golpea
¿Signos de recuperación? Durante noviembre de 2023, la economía peruana se expandió un ligero 0.29%, respecto a similar mes de 2022. Esta mejora fue impulsada por los sectores Agropecuario; Pesca; Minería e Hidrocarburos; Electricidad, Gas y Agua; Comercio; Transporte, Almacenamiento y Mensajería; Servicios de Gobierno y Otros servicios.
Si bien para algunos esta alza se puede considerar un primer paso para salir de esta incómoda situación, lo cierto es que sectores claves aún continúan en rojo Manufactura; Construcción; Alojamiento y Restaurantes; no despegan.
Es bueno también precisar que esta pequeña recuperación se da luego de seis meses, pero aun así la economía peruana todavía se encuentra en el acumulado en terreno negativo.
Hay que ser claros pues a pesar de esta cifra de noviembre, los indicadores disponibles muestran un bajo dinamismo de la actividad productiva local.
Y esto se refleja en el acumulado nacional de enero-noviembre de 2023 donde la actividad productiva disminuyó 0.57% y si se compara con los últimos 12 meses, diciembre 2022- noviembre 2023, cayó 0.42%.
Bajo estas circunstancias, que nos espera este año 2024, la respuesta es simple y muy preocupante, incertidumbre.
El panorama de la economía para el próximo año es altamente incierto debido al impredecible fenómeno de El Niño (FEN) ya que podría provocar severas disrupciones en la actividad productiva.
Estemos alertas ya que el FEN, en otros años, ha restado a los sectores primarios y no primarios hasta ocho y seis puntos porcentuales de crecimiento frente al desempeño del año previo, respectivamente. Este entorno podría afectar principalmente a la actividad durante la primera mitad del 2024.
Sin embargo, existen algunos factores que podrían permitir que el crecimiento del PBI se acelere durante este año. Claro está que se tendrían que hacer, una vez más la insistencia, algunas “cosas”. Por ejemplo, contar con condiciones financieras menos restrictivas, esto ayudaría a impulsar el consumo y la inversión del sector privado. Otro tema que ayudaría son las menores tasas de interés ante el continuo descenso de la inflación hacia el rango meta del BCR.
Además, la parte interna jugaría un papel más importante, pues el aumento de la inversión de los gobiernos subnacionales en su segundo año de gestión y el mayor gasto público que viene impulsando el gobierno nacional en el marco de los diversos programas para la reactivación económica y emergencia climática, serían determinantes.
Analistas como los del IPE, pronostican un avance de la economía de 2.3% en el 2024, crecimiento ajustado a la baja, y que no solo dependerá de un entorno de mayor relativa paz social y política, y de un impacto más moderado del FEN, sino de que se destinen mayores esfuerzos desde el Ejecutivo y Congreso a crear un entorno más propicio para reactivar la inversión privada y el empleo. Solo ello permitirá retomar la senda de reducción de la pobreza.
Por Gustavo MartÍnez V.
Periodista y sociólogo
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.