La casa del murciélago

La mítica e histórica Casa del Murciélago hasta hace algunos años parecía sedada, adormitada y hasta oculta entre el bullicio, el olvido y la nada. Ahora, apenas se abre su puerta, es como si el sol entrara a alumbrar cada rincón, cada espacio, cada recuerdo, para revelarnos los secretos que siguen ahí, a buen recaudo, entre las rendijas que el paso del tiempo no ha podido tapiar. Los caminantes la cruzan con premura sin notarla. A pesar de todo, la Casa del Murciélago está ahí en la cuadra tres del jirón Santa Rosa, en el centro histórico de la capital, estoica, de pie. Es extraño pero agradable ingresar en ella, como si de pronto los cantos silenciados levantaran polvo de los restos de las cerraduras con que la falsa herencia pretende cambiar la historia y mantenernos bien lejos de lo que ahí, en algún rinconcito, sigue vivo, con el corazón latiendo a mil por hora, sobre uno de los maderos que adornan los sufridos balcones y las eternas columnas. Es que, ante la indiferencia, a veces basta abrir el puño para dejar brotar de él la esperanza de volver a tiempos de gloria.
El nombre de la Casa del Murciélago se debe a don Manuel Atanasio Fuentes, un personaje dedicado en cuerpo y alma a la cultura. Él vivió ahí e instauró un faro desde donde alumbraban y brillaban distintas manifestaciones culturales. Entre otras, ahí se imprimieron “El Mercurio”, ahí trabajó don Ricardo Palma; de ahí, los ocupantes chilenos en plena Guerra del Pacífico, robaron las mejores máquinas de impresión; ahí se editaron los primeros números de las revistas “El Artesano” y “El obrero”, etc., etc. Ahí sucedieron muchos eventos de trascendencia para nuestra historia.
Ahora, la Casa del Murciélago vuelve a vida como antes. Es el nuevo punto de la movida cultural en el centro de Lima. La actividad es intensa en su remozado y amplio patio: desde presentaciones de libros, recitales de poesía, de música, exposiciones gráficas, encuentros artísticos, etc. Todas las manifestaciones del arte tienen un espacio en este nuevo altar de la cultura. La Casa también está vinculada al quehacer político del país, ahí la actividad política es intensa: la Casa es sede del partido Patria Roja. En estos tiempos, al ingresar a la Casa, se percibe otra sensación, es como si de pronto te cruzaras con otros aires, hasta el ánimo cambia rápidamente de estado. Celebro que en la Casa del Murciélago convivan en armonía los poetas, los escritores, los músicos, los rockeros, los dirigentes políticos, los trabajadores y la gente de a pie. Es una muestra de que es posible, a pesar de lo difícil, caminar juntos cuando de por medio está el interés supremo, el de la patria.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.