Importancia del oro en la lucha contra la pobreza
Imaginemos que Perú deba importar uvas para producir nuestro delicioso y afamado pisco, ¿no sería algo inaudito? Algo similar ocurre hasta ahora con los productores de joyas de oro, quienes deben importar ese metal precioso, pese a que nuestro país fue el 7° productor mundial el año pasado.
Con el Decreto Legislativo N.° 1552 –promulgado en mayo pasado (brinda un tratamiento tributario de exportación a los productores mineros, a fin de promover la venta a los fabricantes nacionales de joyas), y su reglamento, que esperamos salga a la brevedad posible–, confiamos que esa situación quede en el pasado y por fin se le pueda agregar valor al oro, reactivar la cadena y ayudar a mejorar la calidad de vida de más peruanos.
Hace poco más de una semana viajé a Madre de Dios para participar en una conferencia organizada por ADEX, el CITE Minería y Medio Ambiente, USAID y la Federación Minera de Madre de Dios (Fidemin), cuyo propósito fue visibilizar las oportunidades comerciales del oro formal.
Cuando empezamos a ingresar a la zona conocida como La Pampa, vi pobreza, abandono, crecimiento desordenado, alcoholismo y prostitución, pero también esperanza en el cambio, que se logrará con la formalización de los productores de oro, ante quienes expuse las oportunidades existentes. Varios de ellos expresaron que abandonarán la informalidad pues quieren mejorar su calidad de vida.
¿Sabían que, del volumen total de oro extraído en el país, solo el 1?96% se transforma en joyas y que en monto US$ FOB, es solo el 0.93%? Sin duda son porcentajes mínimos que podrían incrementarse al avanzar en la agenda pendiente que justamente, incluye garantizar el abastecimiento de oro, mejorar los procesos técnicos y las capacidades de sus integrantes e identificar más mercados.
Asimismo, promover la formalización y la asociatividad (empresas exportadoras, talleres, joyeros artesanales y mineros informales) y aprovechar más los acuerdos comerciales que tenemos con las economías más importantes.
Perú cuenta con grandes reservas de oro y plata, una riqueza orfebre y joyera milenaria, experiencia en técnicas y uso de materiales, diseñadores con propuestas inspiradoras, Oficinas Comerciales para la Promoción de las Exportaciones en el extranjero, PromPerú promueve la participación de empresas en ferias Internacionales y existen 3 CITES especializados en Joyería y Orfebrería en Cajamarca, Piura (Catacaos) y Arequipa.
Es decir, tenemos casi todas las piezas del rompecabezas, pero necesitamos el reglamento del Decreto Legislativo N° 1552. Avanzar en la agenda permitiría al sector exportar por US$ 1,000 millones y crear otros 35 mil puestos de trabajo en 10 años (en el 2022 fueron 7 mil 300 empleos entre directos, indirectos e inducidos).
No cabe duda que contar con un marco jurídico promotor y estable en el tiempo ayudará a desarrollar la joyería de exportación a niveles de los países líderes en el mundo. No solo se trata de generar mayores divisas al país, sino de impactar de forma positiva en la población. Queda claro, entonces que el mayor aporte del oro y sus derivados está en el plano social, en la reducción de la pobreza.
Por Julio Pérez Alván
(*) Presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX).
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