Estrategia marítima para el buen uso del mar de Grau
Por Juan Carlos Llosa Pazos
Los mares cubren las tres cuartas partes del planeta. De su abundante biodiversidad dependen al menos 3,500 millones de seres humanos para su sustento, en cuyas honduras y orillas se realizan muchas de las actividades que más aportan a la economía mundial. Según el historiador naval británico Geoffrey Till, en su obra “El Poder Marítimo, una guía para el siglo XXI” (2005), la contribución del mar a la humanidad se da en función a los recursos que contiene, a su utilidad como medio de transporte y comercio, a su importancia como medio para intercambiar información y por ser fuente de poder y de dominio.
Nuestro país, además de su vinculación ancestral, tiene una dependencia vital del mar; es decir, al dominio marítimo que establece la Constitución Política del Perú, llamado con justicia Mar de Grau, en virtud a la Ley N° 23856, del 24 de mayo de 1984. Este espacio configura una realidad marítima que abarca 855,475.1096 km2, casi el 60% del territorio continental nacional, con un perfil de costa de 3,080 km, que contiene una de las biomasas marinas más ricas del planeta, lo que nos ubica como el 6° país pesquero, en el que se desplaza casi el 90% del comercio de nuestro país.
Sus particularidades geográficas, morfológicas y ambientales, entre otras, hacen que la realidad marítima esté en constante cambio. De ahí que, dada su colosal magnitud, es imperativo considerar a los Intereses Marítimos Peruanos (IMP) como uno de los protagonistas principales del desarrollo del país.
Sin embargo, existen no pocos problemas a ser resueltos sobre el mar. En él se aplica una extensa normativa con diferentes enfoques, esfuerzos no articulados y duplicidad de funciones, entre otros, de lo que resulta un uso no muy eficiente del ámbito marítimo.
Instituciones públicas y privadas como la Marina de Guerra del Perú, el Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú y el Centro de Estudios Internacionales (CEPEI) integradas por historiadores, juristas, diplomáticos, biólogos y marinos principalmente, por muchos años buscaron resolver esta problemática presentando proyectos de política marítima integral. En el año 2017 se creó la Comisión Multisectorial de la Acción del Estado en el Ámbito Marítimo (COMAEM), compuesta por la Presidencia del Consejo de Ministros y los ministerios de Relaciones Exteriores, Defensa-MGP, conductor de esta política, Educación, Transportes y Comunicaciones, Producción, Energía y Minas, Medio Ambiente, Cultura, Comercio Exterior y el CEPLAN, con el propósito de formular un proyecto de Política Nacional Marítima (PNM), y al ser aprobado el proyecto, efectúe el seguimiento y fiscalización de políticas sectoriales, regionales y locales, articulando al sector público y privado mediante un planeamiento estratégico multisectorial que garantice una eficiente gobernanza marítima.
En mérito a este esfuerzo multisectorial y multidisciplinario, se promulgó la Política Nacional Marítima (PNM) en el año 2019 con Decreto Supremo N° 012-2019-DE de fecha 20/12/2019. Los objetivos prioritarios de la PNM 2019-2030, cuyo indicador debe ser el PBI marítimo, son fortalecer la influencia del Perú en asuntos marítimos internacionales, las actividades productivas de forma racional y sostenible, la seguridad marítima, así como incrementar el comercio de manera sostenible y diversificada además de asegurar la sostenibilidad de los recursos y los ecosistemas en el ámbito marítimo.
Los beneficios que traerá para el país el que ya contemos con una PNM, se verán reflejados en la mejora sustancial –si se persevera en ello- del uso y aprovechamiento sostenible de los recursos y ecosistemas marinos y demás actividades que van desde el transporte al turismo marítimo. La PNM favorece la competitividad de las actividades productivas, la protección del medio ambiente y ecosistemas marinos, el ordenamiento territorial costero y el dominio marítimo; evita conflictos y duplicidad de funciones, unifica criterios de las autoridades rectoras y/o sancionadoras, coadyuva a garantizar la seguridad salvaguardando los intereses marítimos.
El potencial marítimo nacional presenta singulares ventajas comparativas que deben ser aprovechadas para el bienestar de la población nacional. El desafío es enorme de cara al nuevo milenio.
*Contralmirante. Secretario técnico de la COMAEN.
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