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Esta pandemia puede devastarnos, ingeniero Vizcarra

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Fecha Publicación: 11/04/2020 - 03:23
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En su reporte diario, The New York Times informaba ayer que Perú tenía 5,200 casos de Covid-19, duplicándose la cantidad de contagiados cada tres días; mientras tanto Ecuador sumaba 4,200, duplicándose cada 11.5 días; Chile 5,920 casos, duplicándose cada 9 días. En síntesis, lideramos la estadística de la costa occidental sudamericana. ¡Somos el país donde más rápido se extiende la pandemia Covid-19! Hecho que el presidente Vizcarra continúa escondiendo adrede, de manera sistemática. Totalmente inaceptable para una población sin asistencia sanitaria suficiente para sobrellevar semejante amenaza.

Desgraciadamente la sociedad sobrevive desinformada por una prensa pervertida, que silencia los yerros de este gobernante y aplaude todas sus barbaridades a cambio del presupuesto publicitario estatal que reciben sus medios y pagamos los 31 millones de nacionales. Quizá el público limeño –que se satisface con un periodismo venal– prefiera a esa prensa para despreocuparse de la realidad y vivir de espaldas a ella. Como sucede en todo orden de cosas en este atribulado país. Y tal vez por eso –seguramente que por ello– hace décadas al Perú viene yéndole tan mal en casi todo. Sin duda, la gente culta local quiere autoengañarse retroalimentándose con noticias falsas que le pintan un jardín del Edén, antes que leer la verdad que más se asemejaría a alguno de los nueve círculos del infierno de Dante: Limbo, Lujuria, Gula, Avaricia y Prodigalidad, Ira y Pereza, Herejía, Violencia y Fraude.

Son tiempos malos. Y muy peligrosos. Porque esta pandemia acabará cobrando miles de vidas humanas. De hecho, mucho más de las que pudieron ocurrir si el gobernante de turno no hubiera sido alguien como Vizcarra, un presidente postizo y nunca elegido. Un mandatario tan mediocre como estos ministros/amanuenses que designa (van tres en el sector Salud, epicentro del desastre, y las cosas van de mal en peor); o como los asesores/portapliegos que contrata. Por ejemplo, esta suerte de clown criollo impostor facial de Groucho Marx –aunque lleva bien este apellido por su marxismo voluntarista– culpable de la eclosión femenina en las calles a consecuencia de su “recomendación” –inmediatamente adoptada por un desconcertado presidente– para instituir la salida de mujeres y hombres en días distintos.

Tan infeliz es ese suplantador del genial Groucho –y tan inepto este presidente que no lo licenció tras su majadería– que ha admitido que se “equivocó”. Que en rigor, la decisión debió haber sido “cuatro días para las mujeres y dos días para los hombres, como muestra de rechazo a esta sociedad patriarcal que aún existe en este país. Yo pienso que debe haber igualdad de género (entonces ¿por qué no instituyó tres días para cada sexo y un día para ambos?), pero la lucha contra el patriarcado debió postergarse para después de la pandemia.” ¿Qué le pasa a este payaso que mezcla doctrina con ciencia? ¿Qué tendrá que ver la ideología de género con una pericia matemática para descongestionar las calles? ¡Eso solamente le ocurre a un presidente fatuo, que contrata a menesterosos, parlanchines y tontos ideológicos para combatir una pandemia sanitaria que puede acabar devastándonos!