El pedófilo y el profesor

El Perú terminará perdido porque su élite está podrida. Evo Morales se paseó por Lima y el alcalde Muñoz no se atrevió a declararlo ‘persona non grata’. María del Carmen Alva, presidente del Congreso, no dice esta boca es mía sobre la presencia del infame boliviano en nuestro territorio. Los medios hacen un recuento del día del malhechor altiplánico, como si fuese un ilustrísimo científico explorador. El dizque líder cocalero se aloja en el hotel Westin, perteneciente a uno de los grupos económicos más importantes del país, y no hay quien le de un portazo en la cara o le tire las maletas por la ventana como corresponde. El Perú va camino a su perdición porque su élite hace mucho se deshizo de la dignidad o lo que es aún peor, de la capacidad de indignarse.
Evo Morales no merece respeto alguno sino más bien nuestro repudio. Este agente del castro chavismo es un pedófilo, según lo reveló una sesuda investigación del periodista español Alejandro Entrambasaguas de Ok Diario; además su partido y su chusma mantienen en calidad de presa política a la ex presidente provisional de Bolivia, Jeanine Áñez, bajo el falso relato de un golpe de Estado que jamás ocurrió. Valgan verdades ‘al Evo’ lo expectoró el rechazo popular tras el fraude en mesa de 2019, cuando intentaba reelegirse por cuarta vez.
Morales, el pedófilo, visita a Castillo, su nuevo amiguito solo para crear imágenes, narrativas, cuentos, farsas políticas de que aquí ya se incrustó el castro-chavismo. Veremos. La razón para que el altiplánico baje a Lima es su deseo de llevarse nuestro mar envuelto en su chompa de lana sintética y que el chotano, extoledista, no se desvíe de la senda de la ‘integración plurinacional’. Lo llama “el hermano Pedro” cuando habla de el del sombrero y asegura que los unen coincidencias políticas y programáticas. Una de ellas es la Asamblea Constituyente, algo en lo que está empecinado Castillo y que Evo, como buen castro-chavista, tiene vasta experiencia; una destreza requerida por el Castillo para convocar su referéndum y destruir la democracia liberal amparada en la Constitución de 1993. Ese anhelo se le está complicando al profesor, con larguísima licencia sindical, pues su popularidad cae velozmente a la par que se dispara el dólar, el pollo -ahorcado o vivo- está por las nubes y la canasta básica va alejándose de las familias profundamente empobrecidas por la pandemia.
Evo Morales ha inventado una institución para liderar la integración regional, llamada ‘Runasur’ de corte anticolonialista, antiimperialista y anticapitalista para lograr una “América Plurinacional”. La sede será en Bolivia y él la presidirá. Se trata de una pantalla para limpiar su imagen embarrada por el fraude electoral y las acusaciones de pedofilia y trata de personas. Vaya amistades la del “humilde, campesino, temeroso de Dios”. ¡Vade retro Evo!

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