El objetivo de las humanidades en el siglo XXI
Las Humanidades son un conjunto de disciplinas relacionadas con la cultura humana. Abordan diversas materias como la literatura, artes, toda tradición humanística aún vigente. Existen otras denominaciones, como el concepto de “letras” que se utilizan habitualmente por oposición a las ciencias exactas. Su finalidad es investigar la naturaleza humana para reconocerla y desarrollarla por medio del conocimiento de la cultura y de las formas de pensar, sentir y actuar.
Los estudios de las ciencias humanas y sociales incluyen áreas como psicología, sociología, filosofía, ciencias de la educación, información y comunicación, historia, geografía, incluso urbanismo.
En el campo de las humanidades, corresponde relievar la trascendencia e impacto de los cursos y la orientación que se sigue dentro de las diversas carreras o profesiones que integran este ámbito de estudio. En cada una de ellas existe un contenido profundo del sentimiento humanista en los planes de estudio, lo que interesa es la promoción de valores, referentes bioéticos y la materialización de los mismos en las relaciones interpersonales, la del Estado con la sociedad civil y entre estados en el escenario internacional, bajo referentes de justicia, equidad y convicción democrática.
Disciplinas humanistas como derecho, trabajo social, letras hispánicas, sociología, comunicación, pedagogía, filosofía, antropología, nos ayudan a comprender quiénes somos, qué significa ser humano, cómo nos relacionamos con los demás y los caminos que nos han llevado hasta este momento.
No podemos transportarnos del presente hacia el futuro sin una comprensión equilibrada de lo que acontece en la realidad fáctica y las relaciones sociales en los colectivos humanos, de las estratificaciones sociales construidas a lo largo de la historia de la humanidad, que generaron y aún generan relaciones desiguales e inequitativas o injustas, que tienen su origen precisamente en nuestro pasado diverso, complicado y a menudo problemático.
Al respecto, cabe hacer alusión a lo que, en determinado momento sentenció la novelista y crítica literaria canadiense, Margaret Arwood en sentido de que “ la memoria no se inventó solo para recordar lo que nos pasó, sino para anticipar lo que viene” . En ese sentido, en estos tiempos de conflictividad permanente, cuán importante es que, con el auxilio de las humanidades o a la luz de sus enseñanzas, asimilemos aprendizajes para no repetir errores individuales y colectivos, a efecto de que, en el mundo no se repitan las experiencias de genocidios como el holocausto en la segunda guerra mundial y diversos crímenes de lesa humanidad cometidos en el pasado.
El potencial de las humanidades radica en el hecho de que, en su estudio promueve la interdisciplinariedad, en la actualidad, el conjunto de las ciencias, independientemente del ámbito al que pertenezcan, se tornaron interdependientes y potencian su razón de existencia, a través de la complementariedad.
Georgia Nugent, afirma que: “Es una ironía que en el momento en el que el mundo se está volviendo más complejo, se aliente a los jóvenes a especializarse por una sola tarea, causando un daño terrible al decirles que la vida es un camino recto. Las humanidades son relevantes porque preparan a los estudiantes a ser flexibles y adaptables ante circunstancias cambiantes”
Siendo para mí la docencia una opción de vida, al servicio de la educación, exhorto a la juventud abrazar una disciplina, relacionada con las humanidades, felicitando a quienes ya lo hicieron.
Que no sea lo económico el parámetro exclusivo para la formación profesional, sino la importancia de contribuir con tu posterior práctica profesional, a la construcción de un país con justicia social y de pleno respeto a los derechos de las personas, sin discriminación alguna.
Por Luisa Rodríguez (*) Docente universitaria.
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