El futuro incierto

El estudio del Instituto Peruano de Economía (IPE) sobre las pensiones de los afiliados a las AFP tiene su piedra angular en la alta informalidad laboral que existe en país, pues los trabajadores solo aportan durante el 36% de su trayectoria laboral según un estudio de la Cepal.
Esta situación, sumada a los salarios bajos, genera que la pensión promedio de un afiliado a una AFP equivalga a solo el 39% de su salario, por debajo del promedio de América Latina (67%) y de lo recomendado por la OCDE (70%).
En otras palabras, es totalmente insuficiente lo recaudado y generado en su vida laboral como para poder recibir un ingreso que pueda servir para vivir durante su vejez.
Incluso, para el IPE el actual sistema de pensiones ha perdido su carácter previsional, con lo que el futuro para millones de peruanos es incierto.
Empero lo más increíble es que solo el 1% de los afiliados opta por el pago de una pensión mensual, pues el retiro del 95.5%, el del 25% para vivienda y luego con la aprobación masiva de retiros han creado un forado muy difícil de resarcir.
Sin embargo, aquí salta la primera interrogante. ¿Qué pasa con las personas que tienen en este momento deudas con colegios, hipotecas, etc que teniendo la plata en sus fondos no podrían pagarlas si no se aprueba el retiro el Congreso?
¿Es mejor seguir creciendo tú deuda con los bancos, financieras, colegios en lugar de tomar efectivo en este momento para subsanar ello?
¿Las AFP no pueden garantizar que recuperarán esos fondos en los siguientes años con la rentabilidad que puedan generar?
¿Por qué no mejoran la competencia y abren su oferta para que entren otros jugadores?
¿Por qué las AFP siempre ganan y los afiliados asumen el riesgo?
¿Cuánto invierte una AFP para este negocio?
Al margen de eso, en el país estamos acostumbrados a que el Estado nos de gratis las cosas y quizá en ello se basa las respuestas a la encuesta de la SBS, donde una de ellas revela que el 39% espera recibir apoyo de hijos, familiares y del Estado para su vejez.
Así las cosas y se debe ser claro que ante el vacío y la poca competencia que generan las AFP el espectro se ha llenado de propuestas, las cuales y en muchos casos, lejos de impulsar un sistema de pensiones moderno y con mayores jugadores para elegir, está infectados de propuestas populistas.
Lo cierto que además del Congreso considero que las AFP tienen la enorme responsabilidad y oportunidad de plantear una reforma que de tranquilidad a sus afiliados y no que solo produzcan ingresos para sus arcas y sus utilidades a fin de año.

Por Gustavo Martínez
Periodista y sociólogo

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