El futuro está en riesgo
Quizá en lo que todos los peruanos debemos estar unidos es en luchar contra la anemia infantil. En el Perú, cuatro de cada diez niños de 0 a 3 años tienen anemia, según cifras del INEI. Pero si nos centramos en las regiones que presentan un mayor índice de esta enfermedad, el promedio sube a seis de cada diez pequeños.
Las cinco regiones con mayor índice de anemia en niños de 0 a 3 años son Puno (67%), Ucayali (65%), Huancavelica (65%), Loreto (63%) y Madre de Dios (60%).
Curiosamente, la mayoría de ellas -solo Ucayali es la excepción- ha ejecutado menos del 35% del presupuesto que se les ha asignado este año para tratar esta enfermedad.
Esta lamentable situación no solo afecta el presente de los niños, sino también al futuro y la competitividad del país, pues si la anemia persiste en la etapa escolar, la niñez peruana tendrá menos adiestramiento para entender las clases o comprender los procesos de lectura y matemáticas, es decir, será una generación perdida.
Son hoy los gobiernos regionales quienes reciben los presupuestos para atender esta enfermedad, y, como se sabe, son incapaces de ejecutarlo y menos aún de desarrollar planes y programas para atender el tema.
Por ello, deben ser presionados por la población para que ejecuten su presupuesto, y puedan desplegar una estrategia para reducir la anemia.
Bajo este paraguas, se puede además exigir que los gobernadores pongan en su agenda de prioridad la reducción de la anemia, debido a que se tiene que garantizar el desarrollo integral de los niños que van a contribuir, no solo al presente en el país, sino también a la competitividad.
El gran objetivo de este gobierno debe ser reducir estos niveles de anemia que dan vergüenza, buscando dinamizar los presupuestos, dando enfoques técnicos y contratación de personal en campo, hacer visitas domiciliarias y entrega de suplementos de hierro a cada familia.
Asimismo, insistir en la promoción de la lactancia materna exclusiva hasta los primeros 6 meses de edad, revisar y mejorar las prácticas asociadas de atención el parto a fin de promover el pinzamiento oportuno del cordón umbilical (una vez que hayan parado las pulsaciones), ello aumenta las reservas iniciales de hierro en el recién nacido. Y garantizar el tratamiento de la parasitosis y de la malaria, que tienen como consecuencia la pérdida anormal de sangre.
Estamos hablando de aspectos muy serios para que nuestros niños alcancen desarrollar todas las potencialidades. Está demostrado que, si mejoramos el ambiente, la alimentación, la nutrición, el afecto, todo esto que significa combatir la anemia, nos va a ayudar mucho a prosperar como país.
Recordemos que preocuparse por la situación de la desnutrición y la anemia en los niños es preocuparse realmente por el futuro del país.
Por Gustavo Martínez
* Sociólogo y periodista
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