El futuro del Perú en nuestras manos

Muchos políticos y hasta ministros de economía han sostenido (y aún sostienen) que la política y la economía pueden ir por ‘cuerdas separadas’; sin embargo, nosotros pensamos que ambas son dos caras de una misma moneda. Si una está defectuosa la moneda pierde su valor. Y en ese contexto la política es clave para el desarrollo del país, por lo que la elección de nuestras autoridades debe ser el resultado de una concienzuda evaluación de los candidatos.
Leer currículas, googlear sus nombres y de las personas de su entorno a fi de averiguar si se involucraron en algún escándalo –el internet y las redes sociales no olvidan nada– escuchar, leer y comprender sus propuestas de campaña, son ejercicios ineludibles en el objetivo de elegir a los más idóneos.
En los últimos años nuestro país ha sido el laboratorio de múltiples experimentos; se eligieron personas con poca preparación y peor aún, con un prontuario digno de películas de la mafia: personas acusadas de malversación de fondos, de violencia familiar, con juicios por alimentos, nombramientos ilegales, peculado y negociación incompatible, solo por citar algunos ejemplos.
Según el informe de un diario de circulación nacional, en las Elecciones Municipales y Regionales del 2022, de los 488 aspirantes, un total de 89 presentaban investigaciones por corrupción y de ese total, 62 ya habían ocupado cargos públicos en alcaldías o gobiernos regionales (como regidor alcalde o gobernador), es decir, buscaban ‘repetir el plato’ para, muy posiblemente, seguir con sus prácticas delincuenciales.
Es claro que estamos ante un evidente deterioro de la política peruana, en la que el ciudadano de a pie debe empoderarse, informarse y adoptar una postura más. En los próximos meses el escenario electoral será más activo y será el momento de demostrar cuántos hemos madurado como sociedad.
En la actualidad se especula que se presentarían más de 30 candidatos a la presidencia de la República, todo un universo que lo único que logrará será atomizar el voto, complicando aún más la decisión de los electores.
El año pasado, en el marco del 50 Aniversario de ADEX, tuvimos una agenda muy activa visitando diversas regiones y aprovechaba el contacto con las personas, a quienes les hacía hincapié de la importancia de su voto informado, no solo del candidato, sino del equipo que lo rodea. Este año continuaremos con esa tarea.
Si elegimos autoridades probas y capaces, avanzaremos en la agenda pendiente, se aprobarán leyes que realmente impulsen la recuperación del país y nos encaminaremos a ser una nación del primer mundo. Este objetivo no es imposible, pero si difícil. Podemos empezar por votar de forma responsable y no repetir la misma historia.
Evitemos quejas y lamentaciones posteriores cuando ante la renuncia de la autoridad electa, su segundo o segunda asume el poder. Nuestra obligación es averiguar antes de votar. No al voto emocional, no a dar nuestro voto porque esperamos un puesto de trabajo u otra prebenda.
Un buen candidato debe destacar por encima de otros por su trayectoria personal y profesional, por su vocación de servicio; por ser un defensor de la institucionalidad, contar con experiencia y manejo político, tener liderazgo y mostrar un comportamiento ético. No nos dejemos impresionar por propuestas populistas. El futuro del Perú está en nuestras manos.

Por Julio Pérez Alván
Presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX)

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