Educación, la gran deuda pendiente
La situación de la educación en el Perú es preocupante. Según el Ministerio de Educación, la falta de conectividad, la imposibilidad de acceder a materiales educativos, a servicios básicos y otros, agravó la desigualdad ya existente. De acuerdo a la Defensoría del Pueblo, alrededor de 62 mil estudiantes no pudieron reincorporarse al sistema educativo en el año 2022.
Las regiones que presentaron un mayor abandono fueron Cajamarca (70%), Amazonas y La Libertad (con 60% cada una), Piura (58%), Áncash, Madre de Dios y San Martín (con más del 50%).
Hacia el año pasado también se estimaba que la brecha en infraestructura educativa sobrepasaba los S/ 150 mil millones, lo que hace impostergable un shock de inversiones, pero no solo se trata de tener buenos aulas, carpetas, servicios higiénicos, talleres y canchas deportivas, sino también profesores capacitados ya que ellos tienen la responsabilidad de preparar a los futuros ciudadanos.
¿Existe alguna duda de que la educación es la solución a muchos de los problemas en el mundo? No lo creo. Sin embargo, se estima que, en Perú, solo tres de cada diez escolares pueden acceder a una educación superior, una de las cifras más bajas en América Latina debido a los problemas económicos que enfrentar las grandes mayorías.
Si bien es cierto que muchos jóvenes no pueden estudiar una carrera en la universidad, los institutos son una excelente alternativa, más aún si se toma en cuenta que alrededor del 80% de la oferta laboral está dirigida a quienes tienen una carrera técnica.
Según el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), alrededor de 100 mil estudiantes egresan anualmente de los institutos, pero las empresas requieren 300 mil técnicos, lo que, si bien es un déficit, también representa una oportunidad para quienes buscan concluir en menos tiempo una carrera y formar parte de la Población Económicamente Activa.
En la última reunión que sostuvimos con el titular del MTPE, Daniel Maurate, nos comentó de la labor que realiza su portafolio a fin de unir la demanda de puestos de trabajo de las empresas con la necesidad de muchos jóvenes de ser productivos, apoyar la economía de sus familias y, sobretodo, mejorar sus capacidades de cara a nuevos retos profesionales.
Estos centros brindan el servicio de bolsa de trabajo, asesoría en la búsqueda de empleo, Certificado Único Laboral, capacitación, certificación de competencias laborales, orientación en emprendedurismo, acercamiento empresarial e información ocupacional, del mercado de trabajo y servicio de orientación vocacional. Sin duda, una muy buena iniciativa.
En definitiva, la calidad y la equidad en la educación son 2 de las grandes deudas que tiene nuestro país para con las futuras generaciones. ¿Podrán las autoridades empezar a trabajar para elevar el nivel educativo de nuestros jóvenes? La inversión en la educación determinará cuántos años demorará Perú en ser una nación desarrollada.
Por Julio Pérez Alván
Presidente de ADEX
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