Conciliación no funciona: Caso Sonia Flint
La conciliación es una institución jurídica que sirve para resolver conflictos antes de que lleguen a la vía judicial. Podría funcionar de manera más auspiciosa y hasta diríamos perfecta si las partes en controversia proceden con buena fe y decencia. Entonces depende de nosotros, como ciudadanos responsables y serios, que la conciliación en el Perú funcione y “funcione bien”.
Lamentablemente esto no es así cuando hay casos como el de la abogada y psicoterapeuta Sonia Flint Blanck, que saltan a la palestra pública (https://www.facebook.com/RCIPERUOFICIAL/videos/247739636108724/), evidenciando la importancia de un tema donde todos estamos emplazados para autoanalizarnos si realmente cumplimos con nuestra palabra, si somos honestos y si nos conducimos con corrección en nuestros actos. Al respecto, en esto periodistas como José Briceño cumplen un rol social al destapar que todavía muchos connacionales o las empresas a las que representan no cumplen la palabra empeñada y tampoco honran los documentos que suscriben frente a los conciliadores extrajudiciales.
En concreto el tema es que frente a la conciliación, más ciudadanos se sienten burlados y engañados, esta vez Sonia Flint respecto de los representantes de una constructora de nombre Hute Contratistas Generales S.A.C., denunciando ella que la misma se ha posesionado de su oficina en el Centro Empresarial La Encalada, incluso sin pagar arbitrios por más de cuatro años ni el arriendo al que estaba comprometida dicha empresa y esto por más de siete meses, debiendo también el pago del mantenimiento del edificio.
Como dice el periodista Briceño sobre el caso, la denuncia debería llamar la atención pública al evidenciarse las bemoles de la conciliación, puesto que muchos no cumplen lo que firman, afectando cada vez a más personas que se sienten burladas como Sonia Flint, pese a los llamados que le hace a Teresa Arias de Rivas, gerente de la constructora mencionada, para que honre sus compromisos; siendo igual de grave que el abogado de la empresa le dijera que el pago sería menor al que estaban obligados, a lo que Flint como dueña de la oficina señaló que eso prácticamente significaría que no solo se le estaría robando el inmueble sino que encima se la estaría “extorsionando”.
Este es un caso social, como dice Briceño, donde se ve perjudicada la calidad de vida de Sonia Flint, quien además tiene que ser operada urgentemente y no lo puede hacer porque Hute Contratistas Generales no cumple con las cuotas ni las fechas de pago a las que se comprometió en una conciliación, debiendo ella permanecer por horas en silla de ruedas al no recibir una intervención quirúrgica oportuna, y peor cuando es una persona sola. Esto es penoso, señalando por su parte la señora Flint que es injusto que una persona decente haya sido engañada y que la justicia en el país sea cada vez más esquiva para los buenos peruanos que viven sin hacer daño a nadie.@RRomeroVISTO