Calixto, Cerrón, Castillo y el resto
El asesino serial Ernesto “Ché” Guevara llamaba Calixto a su amigo Héctor Béjar, hoy Canciller del gobierno de Pedro Castillo. El octogenario se las pega de referente intelectual y catedrático, esperando perdón y olvido por sus manos manchadas de sangre y su pasado de guerrillero entrenado en Cuba. Quienes callan sobre este viejo matarife son los mismos que acusan al presidente Alberto Fujimori de ser el autor mediato de la muerte de terroristas a manos de las fuerzas del orden. Bueno, pues, Béjar mató, el mismito, a civiles peruanos desarmados en sus años revolucionarios y es ministro de Relaciones Exteriores, mientras Fujimori sigue apresado pese a que durante su gobierno se capturó a los principales líderes terroristas de Sendero Luminoso y el MRTA.
Creer que el problema de Pedro Castillo es la influencia del agente cubano Vladimir Cerrón es estúpido, porque ante su posible ausencia su reemplazo es Calixto, con todas las mañas de La Habana y admiración por su tiranía: “La permanencia de los Castro en el poder es parte de la estabilidad del régimen, se trata de una monarquía laica, característica de los pueblos que necesitan de un conjunto de símbolos perdurables que den estabilidad a sus procesos”, escribió. Béjar es comunista hasta el mediastino y venera al destructor de Venezuela: “Hugo Chávez es el héroe latinoamericano y como tal pasará a la historia [por ganarse] especialmente a los pobres que vivían trepados a los cerros de Caracas en una miseria indescriptible, en uno de los países más ricos del mundo”. Ya pueden hacerse una idea de dónde vino esa huachafería de “no más pobres en un país rico”. Cerrón y Castillo pertenecen a una costra de mediocres empleados estatales, el uno con denuncias por corrupción cuando exgobernador de Junín, y el otro un analfabeto funcional, profesor con licencia desde hace más de siete años y sindicalista de su gremio, amén de ex militante de Perú Posible, ¿o de dónde creen que apareció Harold Forsyth para la OEA?
Castillo, Cerrón y Calixto tratarán de cumplir los mandatos de Cuba: clausurar el Congreso, erradicar la Democracia Liberal mediante una nueva Constitución y perpetuarse en el poder para instaurar el narco-castro-chavismo filoterrorista, con su atropello de las libertades ciudadanas, de empresa y de prensa, entre otras “pelotudeces democráticas”, como diría Guillermo Bermejo, investigado por terrorismo y hoy congresista del Lápiz. Para el periodista Gonzalo Rojas la derrota de Béjar fue “no morir en la selva como Javier Heraud y para colmo de males fue amnistiado por Velasco Alvarado, a quien sirvió leal y fielmente, como ha jurado ahora ante Castillo. Paladín de esa izquierda polpotiana, estalinista que vive subyugada por militares y entorchados”. https://elmontonero.pe/columnas/quien-es-hector-bejar
No jodan analistas caviares, está claro que el problema del gobierno de Castillo no es Cerrón, son el propio Castillo y todos los demás, incluido el anciano Calixto.
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