ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Aprendan, presidente Vizcarra y ministra Mazzetti

Imagen
Fecha Publicación: 19/07/2020 - 21:00
Escucha esta nota

El SARS-CO-2 seguirá azotando al orbe mientras no exista vacuna; ésta se produzca en cantidades siderales –existen 7,300 millones de terrícolas-; y las naciones (como la nuestra) puedan tempranamente adquirirlas, distribuirlas y organizar su inoculación. Esto acá sería cuadrar un círculo. Así que no nos hagamos ilusiones. Aguardemos un año, año y medio, para que ello se cristalice. ¡En el mejor de los casos! Sin embargo, el mundo sigue girando y la gente sometida al riesgo del contagio las 24 horas del día. Es más, nuestra economía continúa en cuidados intensivos y la mundial en cuidados intermedios. ¿Cómo sobrevivir una coyuntura tan conmovedora?
Sunetra Gupta es una reconocidísima profesora de epidemiología en la Universidad de Oxford que presentó un modelo alternativo sobre la cuarentena. Sostiene que apenas llegada a Occidente –en las principales ciudades, adonde arribarán los portadores del Covid-19 desde China- la epidemia empezó a crear inmunidad en la población; parte de la cual es, por naturaleza, resistente al virus. Gupta afirma no estar segura de que la cuarentena sea una medida inteligente por no ser sostenible en el tiempo. Lo que no sabíamos cuando comenzó esta epidemia era a cuánta gente iba a matar (…) (Pero) No se puede permanecer desconectado del mundo para siempre. Es una estrategia muy egoísta”, dice, indicando que los costos de una cuarentena son severos. Y agrega la necesidad de evaluar el costo-beneficio. “Digamos, Ok, permitamos que haya autos en las calles, a pesar del riesgo de accidentes automovilísticos, porque los beneficios de que haya autos son mayores que sus desafortunados costos. Ante la influenza, por ejemplo, no se establecen cuarentenas, no mantenemos distancia social, ni usamos mascarillas. ¡Aunque mata cada año a más de medio millón de personas en el mundo! Si hubiera sido como la peste bubónica, una cuarentena larga sería la respuesta apropiada.” Precisamente por ello resulta injustificable paralizar un país –en nuestro caso tres meses- impidiendo que los negocios sobrevivan, perjudicando a la sociedad.
“Cuando surge una epidemia que pensamos vaya a matar, fundamentalmente, a los más vulnerables -ancianos y aquellos con comorbilidades- es necesario protegerlos, y que los que no sean vulnerables tomen el riesgo de infectarse para volverse inmunes”. Y agrega “Porque la única forma de que los vulnerables puedan volver a salir es que el riesgo sea bajo. Y hasta donde sé la única forma de que esto ocurra es que los menos vulnerables salgan y obtengan inmunidad”. Soslaya que sea “tan dura” una segunda ola, particularmente en áreas donde el virus antes se esparció. Asimismo se queja de “las retóricas libertarias, individualistas que alegan ‘mi derecho’ a incumplir las leyes de cuarentena”, porque el confinamiento es una equivocada medida comunitaria, no individualista. “La gente pierde de vista que esos discursos carecen de profundidad, por evaluar los costos del confinamiento en términos particulares. Globalmente, resultan desastrosos. El confinamiento es la manera egoísta de enfrentar el problema, pues ignora que hay muchísima gente incapaz de sostenerse con esa estrategia.”
Argumentos a considerar por una eventual comisión de la verdad.