Alianza Lima y Municipalidad de Ventanilla
En la historia del fútbol peruano el club Alianza Lima ocupa un sitial especial, pero más recientemente, con líderes dirigenciales que están haciendo bien las cosas, su proyección escapa de lejos al ámbito estrictamente deportivo y se fortalece como una marca peruana de gran sentimiento, fidelidad y orgullo.
Vemos a diario a miles de peruanos, hombres y mujeres, jóvenes, adultos y adultos mayores movilizarse por doquier vistiendo una casaquilla con los colores y la insignia del “equipo íntimo”. Sin ir más atrás en el tiempo, en el último mes de noviembre, fue común el diálogo y asombro de mucha gente cuando coloquialmente señalaban lo curiosa que es la vida al ver a un Alianza Lima yendo a la baja el 2020 y un año después campeonar con absoluto derecho y justicia.
Y es que en Perú sólo Alianza puede impresionarnos y sobrecogernos de esa manera haciendo más interesante su historia y desempeño, tal como ir perdiendo con Melgar en el estadio Alejandro Villanueva por 3 a 0 y luego revertir ese marcador anotando tres goles en ocho minutos; o en el Estadio Nacional ir empatando 1 a 1 con 10 hombres frente al clásico rival Universitario, hasta que en el minuto 45 del segundo tiempo tras un cabezazo de Barcos que dio en el travesaño, Moyano aprovecha el rebote y también de cabeza anota el segundo tanto de la victoria aliancista.
Pero Alianza no es solo eso, sino que ha superado pruebas difíciles como el accidente en el mar de Ventanilla, yendo todo su plantel a la gloria de Dios un 8 de diciembre de 1987, Día de la Virgen Inmaculada; o haber recibido dentro del gramado de Matute a las andas del Señor de los Milagros, sin contar los exponentes más emblemáticos de la canción criolla dedicándole lo mejor de sus composiciones musicales. Todo eso suma para hacer de la Alianza un club con una mística y un corazón insuperables.
En ese contexto, resulta un gol de media cancha el convenio de cooperación interinstitucional suscrito por el alcalde de Ventanilla, Pedro Spadaro, y el administrador del club Alianza Lima, Miguel Pons, en honor y homenaje a los caídos del Fokker, hace 34 años; acuerdo concretado en presencia de autoridades ediles y representantes del Fondo Blanquiazul, donde destaca la labor de Diego Gonzales Posada, apoyando de consuno el encomiable fin de buscar nuevos talentos para el fútbol peruano.
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