¡No dejar a nadie atrás! La electricidad impulsa la salida de la pobreza en China

Erradicar la pobreza es el sueño común de toda la humanidad. Los cinco mil años de historia de la civilización china son, en esencia, una historia de lucha del pueblo chino contra la pobreza.

Durante más de cuarenta años de la reforma y apertura, China ha logrado sacar a más de 800 millones de personas de la pobreza.

A finales de 2020, China consiguió la victoria completa en la batalla contra la pobreza, alcanzó el objetivo de reducción de la pobreza establecido en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas con diez años de antelación, y aportó más del 70% a la reducción de la pobreza mundial.

El Partido Comunista de China persiste en el concepto de desarrollo centrado en el pueblo y no deja a nadie atrás. En este camino de lucha enfocada contra la pobreza, la energía eléctrica ha desempeñado un papel fundamental.

I. Electricidad en cada hogar: Iluminando aldeas más lejanas

La “electrificación” fue el primer paso para erradicar la pobreza. En 2012, cuando China inició la batalla decisiva contra la pobreza, casi 100 millones de personas pobres vivían en altiplanos y otras zonas de difícil acceso, donde muchos lugares aún carecían de suministro eléctrico.

En 2015, China completó la construcción de la cobertura eléctrica en todas las regiones sin acceso a electricidad, resolvió el problema de suministro para 40 millones de personas, y se convirtió en el primer país en desarrollo en garantizar electricidad para todos los habitantes.

En 2019, China culminó la modernización y mejora de las redes eléctricas rurales, beneficiando a 2389 distritos y a 160 millones de habitantes rurales.

La electrificación de los pozos agrícolas permitió ahorrar más de 10 mil millones de yuanes (más de 5 mil millones de soles) en costos de riego al año. La electricidad disponible en todas las aldeas hizo posible el uso de maquinaria de alta potencia como trilladoras y trituradoras en millones de hogares.

Durante el XIV Plan Quinquenal (2021–2025), China invirtió 800 mil millones de yuanes (400 mil millones de soles) para consolidar y mejorar la eficacia de las redes eléctricas rurales, lo que elevó su confiabilidad de suministro al 99,9%.

Hoy, el precio promedio de la electricidad en China se mantiene en 0,6 yuanes (0,3 soles) por kilovatio-hora, uno de los más bajos del mundo.

II. Electricidad que empodera: Impulsando la revitalización rural

La “reducción verde de la pobreza” se ha convertido en un enfoque eficaz de la estrategia de alivio de la pobreza con precisión.

Amplias zonas rurales de China han aprovechado sus condiciones locales para desarrollar infraestructuras eléctricas verdes, pasaron de ser “consumidores” a “productores” de electricidad, logrando así “enriquecerse generando energía”.

La instalación de paneles solares en los techos se ha vuelto común en el campo chino y la venta del excedente de electricidad trae ingresos adicionales.

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En primer semestre de 2025, la capacidad instalada fotovoltaica doméstica alcanzó los 180 gigavatios (GW), lo que permite a los agricultores chinos incrementar sus ingresos en unos 14 mil millones de yuanes (7 mil millones de soles) al año, con un promedio de 2 mil yuanes (mil soles) adicionales por hogar.

Modelos industriales como “fotovoltaico con agricultura, ganadería o pesca” se desarrollan continuamente: Sobre los paneles solares se genera la electricidad y por debajo se cultivan, crían o practican la acuicultura, logrando una integración orgánica entre la generación y la producción.

La electrificación de los equipos agrícolas se acelera y tecnologías como el riego inteligente, los invernaderos automatizados y los drones agrícolas están transformando la agricultura tradicional.

Actualmente, en toda China se construyen nuevos sistemas eléctricos integrados de “fuente-red-carga-almacenamiento”, que coordinan la generación, transmisión, consumo y almacenamiento de electricidad, logrando así el uso conjunto de la energía eólica, solar, hidráulica y térmica, con una eficacia de los recursos eléctricos que alcanza 95%.

III. Electricidad + Poder de cómputo: Adelantándose en la era digital

El poder de cómputo es el “motor” de la inteligencia artificial, y la electricidad es la fuente que la impulsa. Más del 70% de la nueva capacidad informática de China proviene del oeste del país, donde florecen centros de datos y bases de computación en desiertos, valles y altiplanos.

En el desierto de Gobi, la ciudad Karamay (Xinjiang) ha construido seis grandes centros de datos basados en energía solar y eólica. Los datos se transmiten a Shanghái en solo 60 milisegundos y se brindan servicios incluso a España.

Gui’an (Guizhou), una antigua ciudad montañosa empobrecida, se transformó mediante el desarrollo de energías verdes: Hoy cuenta con una capacidad de cómputo equivalente a 60 millones de laptops, atrayendo la instalación de Huawei, BYD, Apple y 23 empresas de Fortune Global 500.

Casi la mitad de los efectos visuales de la película Ne Zha 2 se procesaron en el Centro de Supercomputación de Gui’an, que puede realizar 13 cuatrillones de cálculos por segundo. La capacidad de cómputo verde proveniente del altiplano de Qinghai está entrenando modelos de conducción autónoma en las llanuras de Jiangsu.

Así, las regiones pobres antes limitadas por las condiciones naturales, ahora han transformado la abundante energía eléctrica en la poderosa capacidad de cómputo, adelantándose por una vía alternativa en la era digital y convirtiéndose en nuevos polos de desarrollo de China.

Las experiencias de China demuestran que la pobreza no es un destino inevitable ni una barrera insuperable. Recientemente, China publica su XV Plan Quinquenal (2026–2030), que traza de manera sistémica el plan maestro para el desarrollo socioeconómico para los próximos cinco años, con el objetivo de consolidar y ampliar los logros en la erradicación de la pobreza.

Siendo por igual civilización milenaria, Perú está haciendo arduos esfuerzos por lograr el desarrollo socioeconómico y la reducción de la pobreza.

Como cuna del Amazonas, con vastos territorios y gran diversidad geográfica y climática, Perú posee abundantes recursos eléctricos y un enorme potencial para desarrollar energía verde.

Las familias rurales en las zonas de costa, sierra y selva anhelan un acceso más fácil y limpio a la electricidad y el desarrollo nacional requiere apoyo de tecnologías de inteligencia artificial.

China está dispuesta a trabajar junto con Perú para articular las estrategias de desarrollo de ambos países, fortalecer los intercambios y la cooperación en la reducción de la pobreza, y hacer mayores contribuciones a la construcción de la Comunidad de Futuro Compartido para la humanidad sin pobreza y con desarrollo común.

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