Jeanine Áñez recupera su libertad y participará de crucial acontecimiento en Bolivia

Jeanine Áñez, expresidenta interina de Bolivia, ya recuperó su libertad tras cuatro años y nueve meses de reclusión preventiva en el penal femenino de Miraflores, en La Paz.

La medida fue dispuesta tras la anulación de la sentencia del caso 'Golpe de Estado II', luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) detectara vulneraciones al debido proceso y ordenara su excarcelación inmediata.

Áñez fue encarcelada en marzo de 2021, acusada de los delitos de sedición, terrorismo y conspiración por su rol en la crisis política de 2019, cuando asumió la presidencia tras la renuncia de Evo Morales.

En 2022, fue condenada a 10 años de prisión, pero la decisión judicial de este miércoles dejó sin efecto dicha sentencia al determinar que debía ser procesada mediante un juicio de responsabilidades.

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El presidente del TSJ, Romer Saucedo, explicó que la nulidad se dispuso al comprobar que Áñez fue juzgada por una vía penal común, pese a que por su condición de exmandataria correspondía la autorización del Congreso.

“Se ha dispuesto la nulidad de la sentencia que ella tenía”, declaró ante los medios, confirmando que el fallo debía ser comunicado al juez competente para ejecutar su liberación.

Tras conocerse la resolución, familiares y simpatizantes de Áñez se congregaron en las inmediaciones del penal de Miraflores para esperarla. “Al fin va a estar libre”, expresó su hija Carolina Ribera, quien confirmó que la ex jefa de Estado saldría este jueves, una vez concluidos los trámites judiciales.

Ya en libertad, se confirmó que Áñez participará en la ceremonia de investidura de Rodrigo Paz, nuevo presidente de Bolivia, cuya elección marcó el fin de más de una década de dominio izquierdista en el poder. La jornada se llevará a cabo este sábado 8 de noviembre.

La exmandataria recuperó así no solo su libertad física, sino también sus derechos políticos, suspendidos desde su condena. Su defensa destacó que el fallo “restituye la legalidad” y que la justicia “corrigió una arbitrariedad que nunca debió ocurrir”.