Cardenal Angelo Becciu renuncia al cónclave tras ser sancionado por el papa Francisco por malversación de fondos
Escándalo financiero marcó su exclusión del proceso en Capilla Sixtina.
El cardenal italiano Angelo Becciu decidió excluirse del cónclave que elegirá al próximo papa el 7 de mayo, tras protagonizar uno de los escándalos financieros más graves en la historia reciente del Vaticano.
A pesar de insistir en su derecho a participar, Becciu notificó su renuncia a pocos días del inicio del proceso, confirmaron este lunes fuentes del entorno eclesiástico en Roma.
El Vaticano, que lo excluyó de la lista oficial de electores, recibió así un gesto que evita una crisis mayor en el proceso de sucesión pontificia. La salida voluntaria de Becciu llega después de su condena a cinco años y medio de prisión por malversación de fondos, abuso de poder y otros delitos financieros.
“Me hago a un lado por respeto a la Iglesia”, expresó ante allegados, según reportó la prensa italiana.
El papa Francisco, quien lo sancionó en 2020 al retirarle sus derechos cardinalicios, nunca revirtió esa decisión, a pesar de que Becciu mantuvo el título honorífico. En esa misma fecha, el pontífice lo obligó a renunciar como prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, luego de que se revelaran manejos irregulares en una millonaria operación inmobiliaria en Londres, además de desvíos de dinero hacia instituciones ligadas a su familia.
Vida del cardenal Angelo Becciu
A sus 76 años, Becciu acumulaba una larga carrera en la diplomacia vaticana y ocupó cargos importantes en la Secretaría de Estado. No obstante, su caída marcó un punto de inflexión en la política de transparencia que impulsa Francisco.
En diciembre de 2023, el tribunal del Vaticano sentenció al purpurado, además de imponerle una multa y la inhabilitación perpetua para ejercer funciones públicas.
El cónclave, reservado a los cardenales menores de 80 años, se celebrará en la Capilla Sixtina bajo estrictas normas de confidencialidad. La elección del sucesor de Francisco, fallecido recientemente, requiere una mayoría de dos tercios entre los cardenales electores.