Bolivia: Gobierno acusa a Evo Morales de intento de romper el orden democrático
Tras cumplirse 13 días de bloqueos que afectan 16 regiones del país.
La Cancillería de Bolivia denunció este sábado ante la comunidad internacional que Evo Morales y sus seguidores están ejecutando acciones para desestabilizar al gobierno de Luis Arce y socavar la democracia en el país.
En comunicado oficial, el Ministerio de Exteriores subrayó que las protestas y bloqueos promovidos por Morales buscan, en última instancia, “interrumpir el orden democrático” en Bolivia, lo que, a su vez, representa una “seria amenaza para la estabilidad y seguridad”.
Los bloqueos, que ya cumplen 13 días, afectan a 16 zonas del país y exigen la retirada de los procesos judiciales contra Evo Morales, quien enfrenta cargos por trata de personas y sedición.
Los simpatizantes del exmandatario consideran estas acusaciones como una persecución política y piden también soluciones inmediatas al encarecimiento de alimentos, la escasez de dólares y la provisión irregular de combustibles.
“Bolivia hace un llamado a los Estados, organismos multilaterales y pueblos del mundo a permanecer atentos ante estos hechos desestabilizadores”, puntualizó el Ministerio de Exteriores.
El Gobierno de Luis Arce Catacora advirtió que detrás de estas manifestaciones subyacen intereses personales de Evo Morales, con el objetivo de manipular el sistema de justicia en su favor y así obtener impunidad en los cargos que enfrenta.
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A pesar de los reiterados llamados al diálogo, el Ejecutivo afirma que las demandas de los manifestantes responden a una estrategia para consolidar la figura de Morales en el contexto político del país. Este conflicto, según el Gobierno, no solo amenaza la paz en Bolivia, sino que podría tener repercusiones graves para la estabilidad.
Los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes han escalado en diversas regiones del país. En Parotani, una localidad cercana a Cochabamba, se registró un enfrentamiento violento que dejó un saldo de 14 agentes heridos y 44 detenidos.
Tras este operativo, Evo Morales denunció que grupos civiles protagonizaron ataques “fascistas” contra sus simpatizantes, dañando una sede de productores de coca y agrediendo a uno de sus abogados. El exmandatario condenó lo que calificó como una represión organizada y reiteró sus críticas a la administración de Arce.
La prolongación de los bloqueos provocó desabastecimiento de gasolina y alimentos en las principales ciudades del país. Ante esta situación, el Gobierno boliviano activó “puentes aéreos” para distribuir carne y pollo en las ciudades de La Paz y El Alto.
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