Álvaro Uribe recupera fuerza política y emerge renovado tras fallo judicial a su favor: así allana su camino hacia las Elecciones Generales 2026

En una sentencia que sacude el panorama político colombiano, el Tribunal Superior de Bogotá absolvió al expresidente Álvaro Uribe Vélez de los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal. Este fallo pone fin a una larga batalla judicial que, por más de ocho años, lo tuvo bajo la amenaza de una condena de 12 años de prisión. La decisión es un respiro para el exmandatario y un revés para quienes lo señalaban como culpable de manipular el sistema judicial.

Durante todo este tiempo, Uribe insistió en su inocencia, asegurando que las acusaciones en su contra eran parte de una persecución política orquestada por sus enemigos. La sentencia le da la razón y valida sus argumentos, permitiéndole, finalmente, demostrar que no tenía responsabilidad en los hechos que le fueron imputados.

El fallo, que aún puede ser apelado ante la Corte Suprema de Justicia, llega en un momento crucial para Uribe, quien se preparaba para enfrentar las Elecciones Presidenciales 2026. La decisión judicial no solo lo limpia de las acusaciones, sino que le permite recuperar terreno en un escenario político donde su figura se había visto opacada por las demandas judiciales y los escándalos mediáticos. Ahora, con su nombre limpio, se prepara para retomar su liderazgo dentro del Centro Democrático y sus aspiraciones políticas.

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La situación no ha sido fácil para Uribe, quien se vio obligado a defenderse por años en los tribunales, dedicando gran parte de su tiempo a revisar minuciosamente los documentos legales y a movilizar a sus candidatos presidenciales dentro del Centro Democrático. Esta constante atención a su defensa personal fue acompañada de tragedias, como el asesinato de Miguel Uribe Turbay, uno de los precandidatos del partido, lo que sumó presión a una contienda política ya de por sí difícil.

El expresidente, conocido por su habilidad para conectar con las bases de la política colombiana, dejó claro que ahora su enfoque será retomar su actividad política. A medida que se aleja de los tribunales, Uribe regresa a las regiones del país con una agenda renovada. Se prevé que intensifique su discurso, especialmente contra las reformas del actual presidente Gustavo Petro y los problemas de seguridad que enfrenta Colombia.

El Centro Democrático, su partido, también se prepara para lanzar una campaña mediática agresiva. Están decididos a difundir detalles clave de la sentencia que favorece a Uribe, en especial aquellos apartes que demuestran cómo su línea telefónica fue interceptada ilegalmente por la Corte Suprema, lo que dio origen a la investigación en su contra. Esta revelación refuerza su argumento de que el proceso judicial fue parcial y motivado por intereses políticos.

Además, la absolución deja en entredicho a algunos de los principales acusadores de Uribe, como el congresista Iván Cepeda, quien utilizó un testimonio clave para impulsar la causa judicial. El tribunal evidenció contradicciones en los testimonios, lo que debilita la credibilidad de quienes buscaron hundir políticamente al expresidente. Este giro en los acontecimientos, sumado al éxito judicial, coloca a Cepeda en una posición incómoda dentro del espectro político.

Ahora, con la sentencia en su haber, Uribe ve la posibilidad de un regreso triunfal a la política colombiana. Ya no llevará la carga de una condena, lo que le permitirá una mayor libertad de acción. Se especula que podría postularse al Senado, desde donde buscaría impulsar una gran coalición de derecha y centroderecha que desafíe el dominio de la izquierda en la política colombiana.

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