Ajo: uso, propiedades y remedios caseros
Sus flores pequeñas y blancas nacen en la parte terminal del tallo y reunidas forman una especie de pequeño parasol.
Es una planta de uso culinario y medicinal conocida en todo el mundo. Con una altura de hasta 70 cm, posee hojas estrechas e iguales.
Sus flores pequeñas, blancas y poco olorosas, nacen en la parte terminal del tallo y reunidas forman una especie de pequeño parasol.
El bulbo es un cuerpo oval, formado por algunos gajos o “dientes”, cada uno de los cuales está constituido por una masa consistente y acuosa, de olor y sabor muy fuertes.
Ajo, ¿para qué sirve?
Favorece la circulación: El bulbo crudo, tomándolo en la dieta, favorece la correcta circulación sanguínea y reduce el nivel de sangre del azúcar.
Previene las infecciones: El bulbo ingerido en perlas aumenta la resistencia a las infecciones.
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Refuerza las defensas: Tomado en forma de dientes cortados, ayuda a reforzar las defensas del organismo. También mantiene saludable el pelo, la piel y las uñas.
Alivia la tos: El bulbo en forma de pastillas o ingerido como jarabe facilita la expectoración y alivia la tos.
Propiedades
Bronquitis: Indicado para el tratamiento de las más variadas enfermedades, de hecho, el ajo representa un medicamento notable, que produce excelentes resultados contra gripes, resfriados, ronquera, tos, afecciones catarrales, bronquitis crónica, tuberculosis, gangrena pulmonar y hemoptisis. También es un eficaz laxante digestivo, estomacal.
Várices: Se le considera uno de los vermífugos más eficaces e inofensivos. Además es regulador de la presión arterial y, usado durante cierto tiempo, favorece el tratamiento de várices e hidropesía.
Remedios caseros
Ungüento: Mezclar la pulpa del ajo machacada en aceite de oliva, pasar el ungüento por sobre los callos y dejar cubierto con un pedazo de lino. Con este procedimiento se logra extirpar definitivamente los callos. Si es necesario, repetir la operación.
Infusión: Machacar un diente de ajo en una taza de leche caliente. Dejar en infusión durante diez minutos y beber en las noches contra el insomnio.
Decocción: Hervir en leche azucarada algunos dientes de ajo, previamente machacados, durante un minuto. Tomar dos o tres cucharadas al día.
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