La guerra del oro no solo está en Pataz sino en Arequipa: balas, gritos, ejecuciones, entierro de cadáveres y más
Dos testimonios incriminan al general PNP Víctor Zanabria de trabajar tanto para formales como para informales.
No solo en Pataz, también en Arequipa hace años se sufre y llora por los muertos que deja la despiadada guerra del oro. Nos referimos a Atico, en Caravelí. Un informe de Panamericana TV dio cuenta, ayer, de dos testimonios que acusan al comandante general de la PNP, Víctor Zanabria, de servir ilegalmente a mineros formales e informales en la citada zona, cuando era jefe policial de esa región.
El mapa criminal es simple y se ubica en las tierras de Caravelí. Los terrenos en conflicto pertenecían a Intigold, minera formal, cuya representante, Rosana Calmet, actualmente está investigada por organización criminal. En 2020, Intigold empezó a subalquilar o subconcesionar sus tierras a mineros artesanales, según la fiscalía. Craso error.
Los problemas empiezan no cuando los informales de “Kallpa Renace” empezaron a trabajar en la zona mediante un acuerdo con Intigold, sino cuando aparecieron desacuerdos por lo que se debería pagar por el mineral, y la gente de Kallpa rompió con la Intigold.
Pero hay un detalle. Se trata de una declaración de un colaborador eficaz de la Fiscalía contra la Criminalidad Organizada de Arequipa, quien dice a la letra: “... El general Víctor Zanabria arreglaba con todos, con ambos mandos (...) Por eso, antes de que nos vengan a detener, nos avisaban. Sabíamos cuándo subía la PNP y todos fugábamos”.
¿Cómo era pagado Zanabria? Cobraba directamente, viajaba todas semanas a la zona conflicto. (...) (...) ¿Esos pagos eran en efectivo o en oro, productos? En efectivo y en mineral. ¿En oro? En oro, sí”.
Este testimonio no viene solo, sino con un testigo oculto: “¿Ud. dice que Víctor Zanabria era parte de la organización? Afirmo, por especialidad, que categóricamente sí. (...) es organización criminal por donde la quieran ver”.
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Cuando los informales de Kallpa ya no querían entregar el mineral extraído a Intigold y buscaban negociar con otras empresas formales, aquí entra a tallar el general Zanabria, jefe policial de Arequipa, quien sabía moverse entre ambos bandos en conflicto
“... el general Zanabria arreglaba con todos, con ambos mandos (...). Por eso, antes de que nos vengan a detener, nos avisaban. Sabíamos cuándo subía la PNP y todos fugábamos”.
También había falsos ataques. “Se autoatacaban los agentes de seguridad disparaban a torreones o dejaban casquillos en puntos para decir en la comisaría que habían sido atacados”.
“A mí me dijeron que el trabajo era que nosotros procediéramos al desalojo violento, a hacer el trabajo sucio (...). Luego iba a venir la policía a quedarse, a dejar que nadie ingrese al terreno recuperado, que eso ya se había conversado con el jefe de la Policía”.
Balas, gritos, ejecuciones, entierro de cadáveres. Arequipa, 2020. El general Zanabria, en su descargo, dijo que esa investigación había sido archivada, porque él demostró que en esos días estaba en Jordania. Pero todo indica que no está archivada.
Todo está controlado
“En una frazada (...) lo botan al hueco que se había hecho con explosivos. Luego le meten y vuelven a dinamitar. Luego que enterraron al muerto (...) Calule se comunica con la señora Rosana [Calmet, Intigold] y con la abogada Karen [Intigold]. La abogada le dice que no hay problema: acá está controlado con la policía”.
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