Ejército del Perú en la mira por tráfico de municiones: más de 50 mil balas fueron robadas de una base en Chorrillos
Subteniente Marco Páucar Yaguno usaba llave del almacén para sacar proyectiles y entregarlas al teniente Christian Revilla, quien le pagaba con Yape.
El caso del presunto tráfico de municiones en el Ejército del Perú sigue revelando detalles alarmantes, exponiendo un esquema de corrupción que permitió la sustracción de más de 50.000 proyectiles, con destino, al parecer, a organizaciones criminales en Ecuador, según informó el portal Infobae.
Las recientes declaraciones del subteniente Marco Páucar Yaguno y las investigaciones en curso han arrojado luz sobre cómo operaba esta presunta red ilícita y las debilidades en los sistemas de control interno del Ejército.
Modus operandi
Marco Páucar Yaguno admitió haber sustraído municiones del Batallón de Comando N.º 19 de la Primera Brigada de Fuerzas Especiales del Ejército del Perú, utilizando la llave del almacén bajo su control.
Según su testimonio, el teniente Christian Jheyson Revilla Barzola organizaba el retiro y pago de los proyectiles, que luego eran transportados en vehículos.
Las municiones eran retiradas en bolsas y el pago por los cargamentos se efectuaba mediante la billetera digital Yape, lo que refleja el intento de mantener discreción en las transacciones financieras de la red.
Páucar reconoció que este esquema no era un incidente aislado, sino un patrón sistemático que se extendió por al menos cinco meses durante 2024.
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Este caso no solo pone en evidencia una red de corrupción en el Ejército, sino la vulnerabilidad de los sistemas de almacenamiento de materiales sensibles. La posible conexión con grupos delictivos internacionales agrava la situación, planteando interrogantes sobre los mecanismos de control en instituciones de seguridad.
La Fiscalía y la Depincri han detenido al teniente Revilla Barzola y continúan investigando a otros posibles involucrados. Este escándalo subraya la necesidad urgente de reformas en la supervisión, transparencia y manejo de inventarios dentro de las fuerzas armadas y establecer responsabilidades en los altos mandos que pudieron haber permitido o ignorado estas irregularidades.
Además, se espera que este caso impulse una revisión exhaustiva de los protocolos de seguridad en los depósitos de municiones y una política de sanciones más estricta para prevenir futuros actos de corrupción en el Ejército del Perú.
Detalles del tráfico
La sustracción de municiones fue así:
- Junio de 2024: 3.000 proyectiles.
- Julio de 2024: 10.000 proyectiles.
- Agosto de 2024: 15.000 proyectiles.
- Septiembre y octubre de 2024: 10.000 proyectiles en cada mes.
- Enero de 2025: 3.600 proyectiles.
- En total, 51.600 municiones fueron robadas.
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