Caso Gasoducto: estrategia de Odebrecht está orientada a ganar en el CIADI, afirma excongresista Juan Pari
Extitular de la Comisión Lava Jato señala que empresa corrupta quiere embolsarse los 2 mil millones de dólares por la demanda interpuesta contra el Estado peruano.
El extitular de la Comisión Lava Jato del Congreso, Juan Pari, afirmó que la negativa de Jorge Barata, ex-CEO de la empresa Odebrecht, a declarar ante la justicia peruana es una estrategia dirigida a no perder la demanda interpuesta en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) por más de 2,000 millones de dólares contra el Estado peruano en el caso del Gasoducto.
“Es por eso que Barata no quiere declarar sobre el tema del Gasoducto, porque en el fondo está protegiendo su caso ante el CIADI. Es decir, los pasos están calculados y la trama ha sido diseñada estratégicamente desde la corrupción”, declaró el excongresista a EXPRESO.
Añadió que la Fiscalía del Perú cometió varios errores, entre ellos confiar demasiado en la colaboración eficaz, lo que permitió a Odebrecht obtener beneficios en perjuicio del país.
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“La Fiscalía pensó que todo se resolvería conectándose con Brasil y confiando en la famosa colaboración eficaz, que no es más que una colaboración de delincuentes que entienden este tipo de negocios. No se buscó información en el Perú, no se intervinieron las oficinas de Odebrecht, no hubo detenidos; recuperaron sus activos y se fueron. Ahora, desde Brasil, están bajo un manto de impunidad y se niegan a declarar, obviamente calculando sus propios intereses”, enfatizó.
Pari sostuvo que nunca se debió permitir que el líder de la organización criminal, en este caso el dueño de Odebrecht y sus CEO en cada país, se convirtiera en colaborador eficaz, ya que esto le permitió controlar qué información entregaba a la justicia peruana, asegurándose de que no lo afectara significativamente en su proceso judicial.
“El líder de una organización criminal es el responsable de los actos corruptos. Todo ha sido una trama y un mal concepto de cómo gestionar la justicia. El líder, que es el acusado, empieza a denunciar a algunos funcionarios de menor rango que ya no le sirven porque están demasiado comprometidos; los denuncia para salvarse y luego reemplaza esas piezas en su maquinaria corrupta”, subrayó.
Como prueba de ello, mencionó el ofrecimiento de entregar información sobre los sobrenombres o “codinomes” de los beneficiarios de los sobornos.
“El tema de los sobrenombres también fue calculado: te sueltan información, obtienen prebendas del Ministerio Público y luego cortan la colaboración, utilizando procedimientos formales para invalidar esa información en la justicia brasileña; pero ellos sí la usaron para recuperar sus activos y ganar ventajas en el país”, concluyó Pari.
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