Urge compra de aviones, pero previo análisis de ofertas de tres postores: adquisición reconfiguraría mapa militar regional

Políticos, especialistas y periodistas peruanos expertos en defensa nacional concuerdan en que la eventual compra de los aviones subsónicos F-16 Block 70 a Estados Unidos es altamente necesaria y de suma urgencia, no solo por el cuidado y la protección de nuestra soberanía nacional, sino porque representaría la recuperación de nuestras capacidades operativas, tan rezagadas por mucho tiempo.

El abogado, analista y exdirector de la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI), Andrés Gómez de la Torre, sostiene que no estamos en una carrera armamentista, sino en un proceso de recuperación de capacidades operativas.

“En Chile y en otros países limítrofes siempre están al tanto del equilibrio de poderes. Yo no diría que es una carrera armamentista, pero sí creo que estamos en un proceso de recuperación de capacidades operativas, y eso siempre va a generar resquemores”, advirtió.

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Asimismo, el periodista y analista de temas militares y geopolíticos, director de la plataforma “Política y Estrategia”, Fidel Quevedo Linares, apuntó que la desazón de Chile por la compra de aviones a Estados Unidos responde al revés estratégico que sufriría el vecino del sur. Por el contrario, la compra afianzaría al Perú en sus relaciones con el gobierno estadounidense.

“Entiendo que el malestar chileno proviene de un eventual ‘mal manejo’ de las relaciones internacionales del gobierno de Gabriel Boric, en este caso, con la Casa Blanca. En términos geopolíticos, una adquisición de este material por parte del Perú a EE.UU. representaría para ellos un revés estratégico, al evidenciar que el gobierno norteamericano afianza sus relaciones con nuestro país, que se convertiría en su ‘aliado’”.

Agregó: “Hay que entender que la respuesta de Chile frente a la compra de material norteamericano por parte de Argentina no fue tan airada ni escandalosa, comparada con la eventual adquisición de F-16 del Perú a Estados Unidos, porque el gobierno de Milei los adquirió de segundo uso a Dinamarca, es decir, en una compra tercerizada. En el caso peruano, la transacción sería de forma directa y con material más moderno. Pero más allá de que fueran 12 o 24 cazas F-16 los que el Perú adquiriera, el malestar de nuestro vecino del sur parte de la certeza de que EE. UU. tendría como aliado al Perú en la región. Es decir, Chile ya no sería tanto ‘la niña de los ojos’ de EE. UU. en Sudamérica, hablando en términos geopolíticos”.

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