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Sendero siembra terror y muerte en el Vraem

Masacres a militares se hacen más frecuentes por inoperativa contrainteligencia.

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Fecha Publicación: 06/04/2019 - 19:20
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¿Por qué Sendero Luminoso y sus aliados del narcotráfico siguen operando en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem)? Muy simple, por la mínima y apática presencia del Estado. Esa indiferencia empezó con Valentín Paniagua Corazao, quien haciendo caso omiso a las recomendaciones del general EP (r) Jorge de Souza Ferreyra, entonces jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (Dinte) desactivó -como narramos en anterior edición- cerca de medio centenar de bases antisubversivas ubicadas en ese agreste ámbito geográfico.

A manera de remplazo aparecieron los "comisionados por la paz", cuya finalidad era ganarse la aceptación de los pobladores - en su mayoría cocaleros – que, como era de esperarse, concluyó en un tremendo fracaso.

Años después, el 12 de agosto de 2009 se emitió el Decreto Superno N° 020-2009-DE  que creó el "Plan VRAE" con el fin de combatir en coordinación con las autoridades locales y regionales el accionar criminal del narcoterrorismo mediante programas sociales que respondieran a las necesidades de las comunidades compuesta por más de 150 mil habitantes agrupados en 450 caseríos que durante el gobierno del expresidente Alberto Fujimori  colaboraron abiertamente con el Ejército.

Entonces en esa región existían 1, 408 comités de autodefensa armados con 3,500 escopetas y un sinnúmero de ronderos que eran los principales informantes de las fuerzas del orden.

Todo eso desapareció a pocos meses de que Alejandro Toledo llegase a Palacio de Gobierno, no solo anuló la partida creada por Fujimori para subvencionar a los ronderos sino que permitió la persecución de muchos de ellos, acusándolos de crímenes en agravio de supuestos comuneros que no eran otra cosa que senderistas.

Actualmente el Vraem es el primer productor de cocaína del continente con cerca de 30 mil hectáreas en poder de las " firmas" aliadas de SL. El 53 % de sus habitantes padecen desnutrición, un 36 % son analfabetos y el 77 % de las viviendas no cuentan con agua potable ni alcantarillado. Son esas las razones por las que Sendero ha conseguido recuperar sus capacidades operativas.

Los hostigamientos y emboscadas a las fuerzas del orden son cada vez más frecuentes. Según analistas del Incident Terrorist Working Group (Grupo de trabajo sobre Incidentes Terroristas) estadounidense y Vladimiro Montesinos, la red terrorista ejecuta "ataques esporádicos calculados que se encuentra dentro de los elementos del tipo de guerra asimétrica como variable principal de la Guerra de Cuarta Generación(4GW) pues todas las acciones han sido siempre sorpresivas y ejecutadas con gran letalidad y espectacularidad".

Ello ha originado una gran difusión masiva en los medios de prensa nacional e internacional causando el efecto esperado por los narcoterroristas: terror entre las poblaciones cercanas a los criminales eventos.

GUERRA INCESANTE

A inicios de junio de 2003 una columna SL secuestró a 71 trabajadores de una empresa argentina. Las se hallaban el tramo del tramo del gaseoducto de Camisea, Tocache, La Mar, Ayacucho. Luego de varios días los liberaron, corriendo el rumor de que cobraron un importante “cupo de guerra”. A partir de 2007 hasta agosto de 2009 realizaron una veintena de emboscadas a patrullas del Ejército. Es decir, un promedio de ocho ataques por año o un ataque cada 45 días.

No obstante, los golpes más duros que dio SL en 2005 fueron en Huancavelica, Huánuco, San Martin y Ayacucho.

El 20 de febrero fueron asesinados tres suboficiales de la Policía Nacional en Leoncio Prado, Huánuco; así como un juez y un suboficial PNP el 23 de julio en Nuevo Progreso, San Martin.

El 5 de diciembre ultimaron cinco agentes de la Dirandro y un fiscal fue herido en Palmapampa, Ayacucho. El 8 de diciembre en San Martin de Pangoa, Junín, los senderistas estuvieron a punto de derribar tres helicópteros (dos de la PNP y uno del Ejército).

Pero el ataque más letal ocurrió el 20 de diciembre cuando una columna de SL emboscó a una patrulla policial integrada por nueve efectivos de la comisaria de Aucayacu. Los vándalos usaron armas de largo alcance y granadas de guerra. La camioneta en la que viajaban los agentes del orden cayó a un abismo, muriendo instantáneamente ocho de ellos y uno quedó con la tibia hecha añicos por impacto de las balas y termino victimado de un tiro en la nuca. Todos estaban a mando del mayor PNP Carlos Martínez Palacios y se dirigían de Aucayacu a Tingo María.

Recién en 2007 cuando el almirante AP ® Jorge Montoya Manrique asumió la jefatura del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas se intensificaron las operaciones antisubversivas. Pero el 24 de marzo de 2008 Sendero emboscó una patrulla de la PNP en un paraje aledaño a la Pampa de la Quinua. Meses después, el 27 de junio, en Yanabamba. Huanta, Ayacucho, narcoterroristas sorprendieron a una patrulla militar, dando muerte a un miembro de la Marina.

ACTIVAN ARMA DE INTELIGENCIA

Otra de las barrabasadas de Paniagua que propició el avance de Sendero fue haber desaparecido, ni bien piso la Casa de Pizarro, el Arma de Inteligencia. Aconsejado por la camarilla caviar que lo rodeaba, proscribió de un solo plumazo la enseñanza de técnicas, tácticas y sistemas de inteligencia en el Centro de Operaciones e Instrucción del Ejercito (Coinde).

Consecuentemente, a los pocos años nuestros servicios secretos se quedaron sin personal especializado, pues por razones normativas la mayoría de los especialistas en Inteligencia y contrainteligencia fueron pasados a la situación de retiro.

Recién durante el segundo gobierno aprista se emitió el Decreto Supremo Nª 013-2008-DE/EP del 20 de julio de 2008 reactivando dicha Arma dentro de la estructura del Ejercito por su vital importancia en la seguridad nacional Fue así, como luego de un prolongado periodo, nuevas promociones de especialistas de inteligencia reiniciaron la búsqueda de información y producción de inteligencia.

El 30 de agosto del 2008, por orden del almirante AP ® Ricardo Aste Dufford, se ejecutó la “Operación excelencia 777” consiguieron que patrullas militares tomasen el estratégico en clave Bidón, ubicado en las alturas de Vizcatan y desde donde senderistas y narcotraficantes operaban protegidos entre cerros de difícil acceso.

La ofensiva contrasubversiva continúo durante 15 días ocupando puntos estratégicos en Torocoche, Sarabamba, Mazangaro, Unión, Mantaro, José Olaya y Quebrada Pasca donde las huestes SL habían instalado sus campamentos y realizaban transacciones con enviados de las “firmas” de narcotraficantes. El resultado de la operación dejo un saldo de 15 heridos pertenecientes a la Compañía Especial Nª 31 pero se logró erradicar a los criminales.

Semanas después patrullas militares tomaron el total control de Vizcatán, santuario simbólico senderista que hasta entonces seguían siendo un bastión inaccesible. Dicho lugar está en la confluencia de los ríos Mantaro (también llamado Pichis) y Vizcatan.

SANGRIENTA EMBOSCADA

Es un hecho que el recorte presupuestal ordenado por el prófugo Alejandro Toledo debilitó significativamente la guerra antisubversiva, lo cual fue reconocido posteriormente por el general EP ® Otto Guibovich Arteaga a los meses de asumir el cargo de Comandante General del Ejército, durante una entrevista a un diario local publicada el 7 de febrero del 2009.

“(…) Esta lucha se vio afectada por el fuerte recorte presupuestal que tuvimos en 2004. Solo para comparar, en 2001 el presupuesto era de S/ 1688 millones, en el 2002 de S/ 1227 millones, en 2003 bajo a S/ 964 millones y en el 2004 se redujo a 845 millones”, afirmó.

Es decir, además de la desactivación de bases antisubversivas se recortó el presupuesto.

El 9 de octubre del 2008 una patrulla del Ejército de la 31ª Brigada de Infantería al mando del teniente EP Bexter Visa Nina se dirigió al distrito de Tintaya y Punco, Tayacaja, Huancavelica para participar en el aniversario de dicha localidad por invitación de la alcaldesa Belfa Común Gavilán. Luego del izamiento del pabellón nacional y el desfile la patrulla se embarcó en cuatro camiones particulares y emprendió el retorno a Cochabamba.

Cerca de la seis de la tarde cuando el convoy llego a la altura del sector denominado “Curva Sajona” fue atacada por medio centenar de terroristas dirigidos por una mujer quien previamente lanzo una carga explosiva bajo un camión que transportaba civiles (incluyendo niños) y militares para luego abrir fuego nutrido con fusiles AKM e incluso un lanzagranadas RPG. La tropa y el oficial al mando reaccionaron respondiendo el fuego por espacio de tres horas y sobretodo protegiendo a los campesinos que los acompañaban.

Como consecuencia fueron asesinados dos civiles y trece soldados resultando heridos dos pobladores entre ellos un niño de cuatro años.

CÉSAR REÁTEGUI 

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