Resucitan usura bancaria: vuelve amenaza para millones de peruanos

En los próximos días, el Pleno del Congreso debe debatir y votar un dictamen que pretende devolver a los bancos la libertad de reimponer prácticas abusivas y excesivas que afectará esencialmente a la clase media y a los micro y pequeños empresarios que se financian a partir de préstamos de inversión, en plena crisis económica.

Para ello, no han dudado en festinar trámites, como el exonerar del dictamen en la Comisión de Defensa del Consumidor y dejar solo el texto aprobado por la Comisión de Economía.

Los defensores y promotores de la propuesta que plantea la suspensión por cinco años diferentes artículos de la Ley 31143, que protege de la usura financiera, aducen que la finalidad sería la de disminuir los riesgos criminales de los llamados ‘préstamos gota a gota’; sin embargo, hasta la fecha no han podido explicar cómo eliminará o reducirá esta figura delictiva.

En el dictamen se menciona un estudio del 2022 del Banco Central de Reserva para justificar la medida; sin embargo, el periodista Paolo Benza, en su programa digital La Contra, reveló que ese estudio señala que el 53.3% se mantuvo en el sistema bancario después de aprobada la ley contra la usura financiera y se benefició con la reducción de la tasa de interés. Solo un 6.7% habría salido del sistema para ir al sistema informal.

Es decir, la Ley 31143 no alejó a la mayoría de peruanos del sistema bancario, como se dice. Por el contrario, más del 53% ha permanecido en el sistema y gozado del beneficio que brindaba esta norma.

Gota a Gota

Otro estudio, indica Benza, este del Instituto Peruano de Economía y también citado en el dictamen, indica que el 66% de peruanos que solicitaron un préstamo “gota a gota”, u de otro modelo informal, nunca había solicitado un crédito a un banco.

El objetivo de los autores es suspender por cinco años diferentes artículos de la Ley que protege a los usuarios de la usura financiera, y así devolver a los bancos y financieras la facultad de definir las tasas de intereses de los préstamos y créditos, sin intervención del Banco Central de Reserva (BCR).

De forma que no tendrían frenos ni controles para elevar sus intereses por encima del 200%, y de crear comisiones y penalidades que se cargarán a las operaciones bancarias, sin necesidad de sustento técnico ni aprobación de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP.

Ello sucedió antes de la promulgación de la referida norma. Con la ley 31143 se logró descender la tasa de interés que entonces superaba el 200% a 84%, a partir de los cálculos del BCR.

Impacto de la norma

El dictamen, además de pretender suspender por cinco años la facultad del BCR de fijar las tasas de interés máximas, plantea suspender el artículo 9º de la Ley General del Sistema Financiero (Ley 26702) que establece que las comisiones y gastos que cobran las empresas financieras deben implicar la prestación de un servicio adicional y complementario a las operaciones contratadas, y que justifiquen el traslado de dicho costo al cliente.

Para ello, los bancos deben presentar a la SBS un informe técnico, económico y legal que sustente dicho cobro.
“Libera las tasas de interés y la creación de comisiones y penalidades a decisión de las empresas financieras, sin control ni corrección de las entidades responsables. Están dejando expuesto a todos los usuarios bancarios a los excesos y ambición de las entidades financieras y bancarias. El Estado y sus entes reguladores y fiscalizadores deben asumir su responsabilidad frente a los usuarios y cumplir su rol en defensa de la economía social de mercado”, afirmó el congresista José Luna Gálvez, durante el debate en la Comisión de Economía.

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